Brotes verdes, rayos de esperanza, luz al final del túnelahora es momento de optimismo, o al menos, ese es el discurso del gobierno que predomina desde el mes de junio de 2013: el 13 de abril, De Guindos afirmaba que veía “signos de recuperación”; ese mismo mes, Cospedal decía que “ya se ve la luz al final del túnel”; el 15 de junio, Rajoy repetía que “ya se ve la luz al final del camino” y De Guindos explicaba que estábamos en un “punto de inflexión”; un mes mas tarde, Rajoy insistía en que “le hemos dado la vuelta al reloj de arena”; y De Guindos continuaba con la aparición “una pequeña flor de invernadero” y un “cambio de ciclo”; finalmente, la expresión más reciente es la de Rajoy “hemos atravesado el cabo de Hornos, en febrero de 2014.

Como vemos, se trata de un discurso de carácter optimista en el que podemos observar un uso frecuente de la metáfora para hablar de los esperados signos de recuperación económica. Este tipo de discursos esperanzadores no son nada novedosos, ya que, tal y como explicaba Norman Lamont, Ministro de Hacienda del Reino Unido, en todos los periodos de crisis se presiona a los ministros para que trasmitan mensajes positivos sobre la situación económica del país:  “there was always ‘huge pressure’ on ministers to talk up the economy”. Efectivamente, si rastreamos los discursos políticos de distintos periodos encontramos metáforas de carácter optimista relacionadas con la recuperación económica, y la más sonada de todas fue la que escogió el mismo Lamont, durante la crisis económica de 1991: “The green shoots of economic spring are appearing once again”. Esta expresión generó una gran polémica, por ello, desde aquel momento los políticos se lo pensaron dos veces antes de hablar de recuperación económica: Ever since Norman Lamont’s famous “green shoots” of recovery speech, politicians have been understandably wary of prematurely calling the turn in the economy. Sin embargo, con el tiempo se comprobó que las predicciones de Lamont resultaron certeras, o por seguir con la metáfora, que sus brotes verdes crecieron tanto como esperaba y dieron sus frutos.

De este modo, la expresión se salvó del envilecimiento y fue recuperada en 2009 por Baroness Vadera, Ministra de Industria y Comercio del Reino Unido: «I am seeing a few green shoots but it’s a little bit too early to say exactly how they’d grow”. Automáticamente fue criticada con los mismos argumentos que se utilizaron contra Lamont: “The Conservatives said the comments, made to ITV News, had been ‘unbelievably insensitive». Pocos meses después, en España, Elena Salgado, ministra de Economía y Hacienda del entonces gobierno de Zapatero, parafraseó el aforismo inglés en referencia a los frutos del Plan E:

“Nosotros creemos que [la economía] está comenzando a tener, como dicen en algunos países, algunos brotes verdes a la vista. Por el momento sólo son brotes, que habrá que esperar que crezcan y den su fruto”. (20 minutos, 06-05-2009)

Como era de esperar, teniendo en cuenta la poca fortuna que había tenido la expresión en el extranjero, en España tampoco fue bien recibida y la oposición la criticó duramente: «los únicos brotes verdes del Gobierno son subidas de impuestos«, criticaba Cristóbal Montoro, y Güemes, secretario de Comunicación del PP madrileño, afirmaba que “Los brotes verdes de Salgado son de marihuana y se los ha fumado el Gobierno”.

Hoy en día podemos comprobar de primera mano que los brotes verdes del 2009, a diferencia de los de 1991, no han crecido ni han dado ningún fruto. Es por esto que la expresión queda envilecida y llega a considerarse como tabú dentro del discurso político actual porque recuerda automáticamente las desacertadas predicciones del gobierno de Zapatero. Así lo demuestran las declaraciones de Cospedal:

“Bajo ningún concepto podemos emplear la expresión ‘brotes verdes’, que usó en 2009 Elena Salgado, ya que esa coletilla se quedó grabada en la memoria de todos y fue empleada para atacarla a ella y al Gobierno de Zapatero cuando las cosas empeoraron”. (El confidencial digital, 17-01-2013)

Y también Rajoy esquiva los brotes: «Nunca me habrán oído hablar de prematuros brotes verdes, periodos de bonanzas, recuperaciones a la vuelta de la esquina, nubes pasajeras ni anticipos primaverales».

Pero la historia se repite: el gobierno actual del Partido Popular tiene la necesidad de trasmitir un mensaje optimista sobre la supuesta recuperación financiera, de modo que, como no puede echar mano de los brotes verdes, utiliza una serie de expresiones metafóricas que sirven como sustitutos: signos positivos incipientes, rayos de esperanza, señales esperanzadoras, signos de recuperación, punto de inflexión, la luz al final del túnel ( o camino), hemos dado la vuelta al reloj de arena, una pequeña flor de invernadero, cambio de ciclo, se ve la luz, hemos atravesado el cabo de Hornos. De todas ellas, una pequeña flor de invernadero fue utilizada una única vez por De Guindos en el 2012, y fue rápidamente relacionada por la prensa con los brotes verdes, de modo que ya no se volvió a repetir. Tras rastrear en la prensa las diferentes declaraciones del gobierno, observamos que, exceptuando esta expresión, ya no volvemos a encontrar más metáforas relacionadas con el campo de la jardinería, pues desde el punto de vista cognitivo, están demasiado cerca de los desdichados brotes verdes. En el análisis Luz al final del túnel, hemos atravesado el cabo de Hornos o cambio de ciclo, vemos que activan un campo cognitivo mucho más alejado, ya que dibujan una imagen mental en la que la dirección ya no es vertical, de abajo a arriba, sino horizontal, de atrás hacia delante.

Sin embargo, a pesar del esfuerzo del Gobierno por romper los vínculos con las desacertadas predicciones del PSOE en el 2009, la prensa y la oposición ven todas estas expresiones como sustitutos o reformulaciones de los brotes verdes: “El Gobierno ya ve brotes verdes en la economía española”; “El PP sigue con la falacia de los brotes verdes”; “Zapatero dice que él habló de brotes verdes y ahora se habla de pinos enormes”. En la declaración de Zapatero se utiliza la técnica que consiste en activar otros elementos del dominio de la metáfora, de manera que Zapatero juega con los elementos de la naturaleza y del crecimiento y los lleva al extremo (“pinos enormes”). Por tanto, la expresión sigue teniendo hoy en día mucho peso y oscurece o envilece cualquier tipo de expresión metafórica, tanto si es muy cercana a ella (“pequeña flor de invernadero”) como si está mucho más alejada (“luz al final del túnel”).

Hemos visto cómo el discurso retórico se repite a lo largo de los distintos periodos de crisis, tanto por parte del gobierno, como por parte de la oposición: el gobierno emplea metáforas para hablar de signos de recuperación con los brotes verdes y la oposición ataca el discurso optimista tachándolo de “insensible”; ahora el gobierno emplea otras metáforas sustitutas de los brotes verdes para trasmitir el mensaje optimista y los grupos de la oposición contestan con los mismos argumentos, es decir, acusando el discurso del gobierno de “irresponsable” y “alejado de la realidad”, “falto de credibilidad” y “autocomplaciente”:

“[Rubalcaba] Reprochó a Rajoy que se agarre a la prima de riesgo y omita ‘la vida de los españoles’ que se concreta en datos como los recortes de ayudas, de prestaciones, de dependencia, de sanidad o de educación…¿en qué país vive usted?” (El País, 25-02-20014).

que es justo lo que se le achacaba al gobierno de Zapatero con los brotes verdes.

Ahora toca optimismo, pero hemos podido comprobar cómo este optimismo se muestra de forma cíclica en el discurso político de los diferentes periodos de crisis. Para trasmitir este mensaje positivo es recurrente el uso de metáforas esperanzadoras que analizaremos con detalle en la siguiente entrada para ver a qué ideas y conclusiones nos conducen.

Foto Guadalupe

Guadalupe Espinosa Guerri