La vida es cuestión de comisiones
22/11/2016
En época de crisis, con una situación políticamente incierta y enseñando las enaguas de varios escándalos consecutivos, los bancos parecen entender que el siglo XXI o será del Cliente o no será. Se sacan las corbatas, se arremangan las impolutas camisas y salen a la puerta como los mercaderes de antaño, para atraer a los clientes con eslóganes impactantes. La imagen de una entidad puede generar mayores beneficios que las propias condiciones que ofrece a los inversores. Su mensaje debe ser sencillo, identificable y convincente.
Estudiaremos uno de los eslóganes más conocidos de los últimos meses, el de la financiación de Bankia: “En la vida ya pagas demasiadas comisiones”. Observaremos el empleo metafórico de la palabra comisión en la expresión pagar comisiones; el efecto que logra en el receptor, cómo se produce y, finalmente, si se ha extendido a otras áreas ajenas a la financiera.
https://www.youtube.com/watch?v=FXMORcaS5ZE
En este anuncio, el espectador u oyente se ve bombardeado con una serie de mini-sketches que presentan situaciones poco agradables que reconoce. Son contextos cotidianos, momentos que exigen una especial paciencia por parte del protagonista: “Le rayó el coche”, “Viajó a la final del mundial”, “No la visitó en un mes”.
La rectificación se lleva a cabo pagando un peaje, una comisión. El “infractor” es “castigado” por la persona vejada, normalmente su pareja, amigo o algún tipo de familiar, que cobra así su venganza. El esposo que hizo un viaje a Sudáfrica con motivo del mundial debe pasear al perro por las mañanas; el joven cuyo compañero de trabajo le cubrió una semana de vacaciones ha de cantar con él en el karaoke; el novio que olvidó el aniversario de su novia se redime acompañándola a la ópera.
Sin considerar el mensaje levemente sexista –los errores de los hombres están relacionados con el tiempo libre y los deportes, mientras que la falta de la mujer encaja en el tópico de mala conductora que raya el coche de su pareja-, nos centraremos en la presentación metafórica del término comisión. Las comisiones simbolizan aquí todas aquellas acciones que hemos realizado por sacrificio o como compensación de un fallo anterior: “Ver una ópera en griego es la comisión que te cobra tu novia por olvidar su aniversario”. Este tipo de empleo de la palabra en un campo semántico ajeno al financiero está destinado a implicar emocionalmente al receptor y hace que se identifique con el eslogan.
Frente a un mundo familiar adverso, en que el sujeto se resigna a hacer aquello que no desea, el banco se define como un entorno paradisíaco donde puede elegir su financiación, sus métodos de administración, sus transferencias, obteniendo además beneficios y sin invertir ningún esfuerzo a cambio. “En Bankia no cobramos comisiones. Trae tus ingresos y te quitamos las comisiones en todas tus cuentas”. En comparación con las dificultades de su vida familiar/social, los problemas que el banco le pueda acarrear son mucho menores. Casi inexistentes.
Desde la teoría de la cortesía, una de las ideas que se han propuesto es la estrategia de imagen: actividades comunicativas que todos realizamos para integrarnos socialmente o para determinados fines comerciales. Las estrategias aseguran una mejor aceptación del mensaje por parte del receptor, o, por el contrario, determinan su rechazo. Un mal uso de la imagen podría hacer que los clientes de Bankia dejaran de invertir en él.
Entre las diversas estrategias posibles, la más directa sería la maximización del beneficio del receptor y la minimización de su coste. Se trata de hacer que el receptor descubra las ventajas de tu propósito. Si el esfuerzo es mínimo y se obtienen numerosos beneficios, el cliente se sentirá atraído. La expresión pagar comisiones coloca los campos semánticos de las finanzas y de la familia en oposición. De ello resulta que el financiero es más sencillo y comprensivo que el familiar/social, porque aquí “no se cobran comisiones”.
La RAE acepta varios significados de la palabra comisión (“Acción de cometer”, “Orden o facultad que alguien da por escrito a otra persona para que ejecute algún encargo o entienda en algún negocio”). El anuncio de Bankia escoge sin duda el quinto: “Porcentaje que recibe un agente sobre el producto de una venta o un negocio”. Sin embargo, en enunciados como “En tu vida pagas demasiadas comisiones” o “Sacar al perro es la comisión que te cobra tu mujer […]”, queda claro que esta palabra tiene un uso diferente al anterior, un uso que no está recogido por la RAE.
Comisión sigue actuando de complemento directo en este tipo de expresiones. Siempre va acompañado de verbos como pagar o cobrar, aunque no con sus significados habituales. ¿Cómo le ha otorgado el anuncio, entonces, esta nueva posibilidad a la palabra?
Desde la perspectiva de la semántica cognitiva se ha señalado la metáfora como uno de los métodos más frecuentes de cambios de significado. Se trata de un proceso de proyección de un dominio semántico –el más concreto o accesible, en este caso el económico- sobre otro con mayor grado de abstracción, más difícil de analizar para nuestra mente –aquí, el de las relaciones personales-. Ambos comparten un determinado rasgo que hace posible su comparación y el “trasvase” semántico de la palabra hacia el segundo campo. Esto provoca que el uso de verbos comerciales con otros significados sea común, a veces de manera inconsciente para el hablante: “pagar el pato”, “cobrar” –como “recibir una paliza”-, “me las pagarás”, etc. Algunos de ellos se emplean con tanta frecuencia que el cambio se extiende y la RAE acaba incluyendo nuevas acepciones en su diccionario. En el siguiente esquema observaremos mejor este proceso:
Ambos dominios de la palabra comisión comparten el rasgo de compensación o quid pro quo: en la esfera financiera, la suma que cobra una entidad a cambio de ofrecer determinados servicios, como por ejemplo sacar dinero de su cajero automático. En la esfera social, más abstracta, un individuo hace un favor a otro a cambio de que, en su momento, se lo devuelva.
Se deduce que los servicios ofrecidos por un banco suponen una especie de sacrificio por el cual se cobran comisiones, igual que, en el trabajo, alguien que cubre a su compañero durante una semana de vacaciones lo tendrá a su disposición en el futuro. Sin embargo, Bankia decide amablemente renunciar a su compensación. Presta servicios “a cambio de nada”, cuidando como nadie de su cliente. Mientras tanto, en el entorno familiar se siguen pagando comisiones:
¿Qué efecto logra esta metáfora de la palabra comisión en el eslogan? El que busca cualquier publicista: volver más atractivo su producto. Si en el vídeo se dijera simplemente “En Bankia no se cobran comisiones”, el impacto sería menor, dejaría casi indiferente al espectador. En cambio, si apela a su esfera privada, consigue que se identifique con el mensaje y se incluya en él. El receptor comprende, además, que las comisiones son negativas en todos los ámbitos y que la entidad hace un gran sacrificio al suprimirlas.
Finalmente, todavía no podemos afirmar que se haya extendido el uso metafórico de la palabra comisión. Hemos acudido al corpus CREA y a los medios de comunicación y no se registra fuera del spot de Bankia. Aún así, no sería la primera vez que un anuncio publicitario cree cambios, modas lingüísticas e incluso palabras nuevas. Recordemos el anuncio de Estrella Damm en 2014 (“Mediterráneamente”), el eslogan de Ikea (“La república independiente de mi casa”), El Corte Inglés (“El verano empieza en el Corte Inglés”), etc. El campo publicitario se configura como un espacio en continuo movimiento para los usos pragmáticos de la palabra. Vivimos en una sociedad bombardeada, influenciada, dominada por hábiles anuncios que abren sin permiso la puerta de nuestra mente y además nos dicen con irónica cortesía: “Permíteme que insista…”
Mª del Mar Calvo Lambru
Refugiados: de la tragedia al problema
12/09/2016
En el este post nos proponemos comprobar si existe realmente un posible significado nuevo en el uso del término refugiados dependiendo del entorno en que se encuentre. El uso de dicha palabra ha aumentado considerablemente en estos últimos años debido, fundamentalmente, a la llegada masiva de los mismos al continente europeo. La importancia que adquieren para nosotros se relaciona constantemente con los efectos producidos por la crisis, como el aumento de paro o la reintegración de las personas con menos recursos en la sociedad. Ambos hechos se aplicarían directamente a los refugiados y, si a ellos sumamos los ciudadanos que se encuentran en esta situación, el resultado es un aumento de las tensiones tanto política como socialmente, hecho que se refleja lingüísticamente.
Para empezar, el Diccionario de la Real Academia Española define este término con una sola acepción: “Persona que, a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas se ve obligada a buscar refugio fuera de su país”. El diccionario CLAVE tampoco varía mucho su definición: “Persona que busca refugio fuera de su país de origen, generalmente porque huye de una guerra, de una catástrofe o de una persecución política”; aunque en este caso, remarca que se trata de un sustantivo diferente al de exiliado (“expulsado de su país de origen, generalmente por motivos políticos”).
En cuanto a la metodología, hemos realizado un trabajo de investigación partiendo de la hipótesis de que sí ha habido un cambio en la connotación de la palabra. Dicho trabajo ha consistido en analizar un 10% del total de los casos relacionados con la palabra refugiados a los que nos ha remitido el buscador del periódico El Mundo entre los años 2013 y 2015 y, dentro de estos, un 10% de cada año indicado, lo que nos dio un total de 289 casos. Para facilitar el manejo de la información, hemos dividido los casos en semestres. Una vez establecidos los parámetros de la investigación, se han establecido las dos posibles connotaciones que podía adquirir la palabra dependiendo del contexto en el que hallaba:
- Visión solidaria: la palabra aparece unida a un vocabulario relacionado con los sentimientos de lástima, cuidado o protección hacia los refugiados. Por ejemplo: “Muchos de ellos no han podido desayunar esta mañana porque sus padres no han podido permitírselo: son los refugiados que la guerra civil siria ha abandonado en la cuneta”. [http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/18/internacional/1361177335.html].
En este apartado se han incluido, además, los casos en los que el significado era neutro, es decir, en los que se relacionaba con una cifra o un dato estadístico. Por ejemplo: “La resolución se someterá a votación en las próximas horas y será la primera sobre Siria desde el inicio de una guerra civil que se ha cobrado más de 100.000 muertos y ha generado unos cinco millones de refugiados en la región”. [http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/27/internacional/1380238965.html].
- Visión problemática o negativa: la palabra aparece emparejada al sentido de “problema político, económico y social” o, simplemente, se equipara a los refugiados con un obstáculo o inconveniente. Por ejemplo: “El número creciente de desplazados internos y de refugiados en el exterior está creando una mayor demanda de necesidades en todos los sectores, y está presionando las capacidades de los países vecinos, con consecuencias de dimensión regional”. [http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/26/52bc568b268e3ed85a8b457a.html].
En el primer caso predomina una connotación de amparo o lástima hacia los refugiados; mientras que en el último, prevalece la importancia que tendrán las consecuencias de aceptar a un gran número de refugiados, dicho de otra forma, se le da mayor relevancia a los problemas económicos y sociales que ocasionarán en vez de a sus bajas condiciones de vida.
Después de analizar el corpus y centrarnos básicamente en los casos donde la visión era problemática, los resultados cuantitativos fueron los siguientes:
Por una parte, en la primera gráfica, encontramos los casos relacionados con la palabra refugiados a los que nos remite el buscador de El Mundo. Como podemos ver, hasta el primer semestre de 2015 el aumento de casos en los que aparece es relativamente lineal, mientras que en el último semestre se produce un pico en el número de casos en los que aparece la palabra. Este aumento se corresponde con los meses inmediatamente posteriores a la tragedia de Lampedusa y con la posterior presión de los refugiados, por lo que se convirtió en un problema muy analizado en la prensa y la televisión.
Por otra parte, en la segunda gráfica, se observa el número de casos en los que aparece la visión problemática (casos negativos en la gráfica). Como podemos comprobar, hay un aumento en el número de casos con dicha visión: frente a los 7 casos de 22 (31’8%) que tenemos en el primer semestre, en el último obtuvimos 38 de 85, un 44’7 %; es decir, vemos en tan solo dos años un incremento de casi el 15% de casos cuya visión de la palabra refugiados adquiere el significado de ‘algo problemático’ en contraposición con la definición del DRAE propuesta al principio del post.
Igualmente, cabe decir que el sentido negativo solo se da en el caso de que la palabra aparezca en concordancia en plural y, más concretamente, en su valor colectivo. Si la palabra refugiado se presenta en singular o haciendo referencia a un caso en particular, nunca poseerá el significado relacionado con “problema”. Por ejemplo, en:
con aspecto abatido y confiando todo su entendimiento a su traductor, Ossamah Abdul Mohsen, el refugiado sirio acogido en España después de sufrir una agresión de una periodista en la frontera entre Serbia y Hungría, ha denunciado hoy las “trabas imposibles” que el Gobierno español le pone para reagrupar a su familia y el incumplimiento de la promesa gubernamental de la concesión de su estatus de asilado con protección internacional tras lograr huir de la guerra en Siria. [http://www.elmundo.es/sociedad/2015/12/18/5673da69268e3e586d8b4646.html].
resultaría muy complicado (o al menos extraño) que en este caso el significado de “refugiado sirio acogido en España” adquiriera un sentido de problema social y económico. Y, lo mismo sucede si hablamos de los casos en los que el sustantivo concuerda en femenino (género marcado) o en los que estamos tratando un caso en particular: “Unos 30 refugiados de la guerra de Siria, entre ellos 15 menores, han llegado hoy al puerto de Málaga procedentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, saturado tras los últimos saltos de la valla”.[http://www.elmundo.es/andalucia/2014/04/04/533e8c5722601d7b1b8b4575.html]. Estos casos, resultan más llamativos aún si los comparamos con el significado de refugiados con valor de presión política y social: “La crisis generada por la masiva llegada de refugiados a Alemania ha provocado la reacción del gobierno alemán en todos los ámbitos”. [http://www.elmundo.es/internacional/2015/10/23/562a6696268e3e35438b45ca.html].
Por último, es preciso señalar que en la mayoría de ocasiones el artículo analizado ha hecho referencia a los refugiados procedentes de Siria. Es más, hemos podido comprobar que cuanto más se acercaban estos a los países europeos, más aumentaban los casos cuyo significado tenía una connotación negativa. De hecho, en la gráfica 1 vemos como en los dos primeros semestres la subida es muy ligera, lo que se relaciona con el hecho de que en 2013 la mayoría de refugiados se encontraban en los países del este. En 2014 estos comienzan a presionar las fronteras con Europa ya sea por tierra o por mar, por lo que hallamos un aumento más fuerte en el número de artículos que tratan este tema. Y, por último, en 2015, la presión que ejercen se convierte en un problema para Europa, al que hay que sumar las tragedias como la de Lampedusa. Esto nos indica que, posiblemente, en los últimos tiempos se está dando más importancia al problema que ocasiona la llegada masiva de refugiados, sobre todo desde el punto de vista europeo, que a la situación crítica en la que estos se encuentran.
En conclusión, después de haber realizado esta investigación podemos decir que todo parece apuntar a que hay una nueva connotación para el término refugiados, que está apareciendo en unos entornos en los que antes no se daba. No siempre usamos y entendemos esta palabra tal y como aparece definida en el diccionario, le atribuimos un significado diferente en relación al entorno en el que aparece. Sin embargo, en este trabajo hemos dejado de lado un factor determinante en el uso de esta palabra: el hablante. Esto último es lo que trataremos en otro post, al que podemos llegar pinchando aquí.
Quiteria Martínez Olcina
Como se veía en una entrada anterior , Endesa y El Corte Inglés ofrecían al consumidor un premio por el esfuerzo que había realizado, recompensa que se transformaba en rebajas por parte de El Corte Inglés y en energía por Endesa. Estos diálogos eran propios de un contexto de supuesta recuperación de crisis económica. La pregunta que se lanzaba en esa primera entrada era que qué habría pasado con estas narrativas publicitarias en tiempo de crisis. Con esta segunda, se pretende hacer un análisis contrastivo, remontándose justo al principio de la crisis económica, esto es, el periodo 2008-2009, para ver qué es lo que ha cambiado.
Se han escogido estas empresas porque demuestran una dialéctica que propicia un estudio sobre el antes y el después de una crisis que en un primer momento solo fue financiera. Resulta realmente llamativo que, como se apreciará más adelante, los anuncios de 2009 de Endesa y El Corte Inglés fuesen la antesala a sus spots de 2015. Lo que se planteaba como reto, mejora y desafío en un primer momento, en 2015 cristalizará como recuperación y recompensa por un esfuerzo.
El anuncio de 2009 de Endesa lleva por lema Hacia una nueva conciencia: para los hijos de tus hijos. Resulta sugerente que la narración del spot la sostengan niños argumentando que hay que cambiar las cosas:
“Es tiempo de que nos sentemos a hablar del mundo que queremos para ellos.
Sin exagerar que todo tiempo pasado fue mejor, ¡No me lo creo!”
[…]
“Vamos a tener que reinventarlo todo:
[…]
Y, sobre todo, la energía que mueva todo esto.
Volver a transformar las chisteras en conejos.
Y las empresas en desafíos.
No va a ser fácil, pero, ¿acaso hay algo más impresionante que cambiar el mundo?”
En este spot se muestran una serie de cosas que lo caracterizan:
Se expone de manera rotunda que se ha exagerado la realidad, puesto que no es cierto que “todo tiempo pasado fue mejor”. Lo exagerado implica que se dice que la situación que se está proyectando es hiperbólica y, por tanto, no resulta tan mala, porque no es así. No habría que argumentar que se está dentro de una crisis, sino que se vive igual de bien que en tiempos pasados (donde no la había). No obstante, no deja de haber implícito que exagerar la realidad:
a) Suele decirse cuando se cree estar viviendo un momento complicado,
b) y las circunstancias en las que se vive puede que sean peores que las del pasado.
En segundo lugar, dentro de esa realidad se especifica una primera persona del plural en la que quedan hermanados la empresa y los clientes: se necesita ese nosotros-juntos. Por tanto, el mensaje que lanza la compañía es realmente positivo. Quiere hacer grupo con todo el mundo para reinventarlo todo. Reinventar significa que hay que buscar nuevas formas de replantearse las cosas, reconstruir algo que no ha funcionado del todo.
Sin embargo, como se aprecia, hay que cambiar “las empresas por desafíos”. Las palabras empresa y desafiar tienen acepciones en el DRAE comunes:
Empresa: 1. f. Acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo.
Desafiar: 4. tr. Enfrentarse a las dificultades con decisión.
Se puede llegar a pensar en el juego que se hace desde la palabra empresa. En este caso, no parece que el lema se refiera a la compañía (esto es, empresa como entidad), sino que más bien se utiliza la primera acepción del DRAE para remarcar la relación con la palabra desafiar y de esa manera conseguir un mensaje distinto: Hay que enfrentarse a una dificultad con decisión, tomando un hipotético problema como un reto . Esa retórica hace que el desafío se tome como un estímulo positivo para mejorar las cosas, en este caso, cambiarlas.
Sin olvidar que la empresa es una eléctrica y, en relación con lo anterior, la palabra energía se carga de una serie de sentidos que en el DRAE se definen como:
1. f. Eficacia, poder, virtud para obrar.
2. f. Fís. Capacidad para realizar un trabajo. Se mide en julios. (Símb. E).
Cuando argumenta que hay que reinventar la energía, no se refiere a la que se mide en julios. Se está utilizando la primera de las acepciones para remarcar, nuevamente, que hay que cambiar las cosas. En concreto, “cambiar el mundo”.
Conclusión, la situación no era tan mala, no hay que exagerarla y lo que hay que hacer es equipo para reinventarla y enfrentarse a ella haciendo un esfuerzo: tomando todo esto como un reto.
En una entrada anterior se veía esta misma empresa con su spot en 2015, “para recompensar tu esfuerzo”, en esa campaña se muestra que se ha hecho un esfuerzo y hay que recompensarlo. Ese puede ser el esfuerzo que había que hacer en 2009 (“hay que reinventarlo todo”). La dificultad que entraña cambiar las cosas en un contexto de crisis grave se ve recompensada en 2015, puesto que se había anunciado que ya había acabado esta crisis.
Al contrario de lo que se decía en 2015, donde se veía que la energía era propiedad de la empresa, aquí en 2009 no se habla de que esta la da la empresa, aquí se muestra una energía mucho más abstracta que no se da, sino que se tiene. Es esa energía la que da la fuerza para cambiar las cosas. “No va a ser fácil”.
Por su parte, el anuncio de El Corte Inglés del año 2009 lanzaba una campaña muy interesante: por fin. Aparentemente, es un anuncio simple y sucinto, pero nada más lejos de la realidad. Patricia Conde realiza una enumeración extraña:
“Quiero lanzar un mensaje a los analistas de bolsa,
a los brokers
y a los expertos en economía.
A mi familia,
a mis amigas,
al índice Nikkei.
A mis vecinas,
a los que no os conozco
y a ti”
[…]
“por fin”.
El escalonamiento de términos relacionados entre sí mediante campos semánticos llega a ser realmente irónico, teniendo en cuenta la situación de aquel momento. No obstante, no deja de llamar la atención la profunda vinculación que tiene El Corte Inglés con el receptor, es como si toda la enumeración se dirigiera de manera personalizada “a ti”, “por fin”.
Parece que se proponen 3 campos semánticos:
Finanzas |
Analistas de bolsa |
Brókers |
Expertos en economía |
Índice Nikkei |
Allegados |
Familia |
Amigas |
Vecinas |
No allegados |
Desconocidos |
Receptor (a ti) |
Se involucra al receptor del anuncio de manera directa habiendo realizado una enumeración de términos relacionados con lo bursátil, es decir, se marca la existencia de un contexto financiero poco estable, que tal vez era un impedimento para las rebajas.
Toda la enumeración se cancelaba, dando lugar a una oportunidad para afrontar el reto que planteaba el sistema financiero:
“Mira qué zapatos me he comprado por 39 euros”
Resulta realmente irónica la enumeración de sujetos como economistas, brokers o analistas de bolsa en un anuncio que busca que el receptor acuda a las rebajas, porque de esa manera puede ahorrar. La ironía acaba por conformarse en el momento en el que se cancela todo eso con el precio de unos zapatos, es como si se dijera que ciertos factores de la enumeración no importan tanto como los zapatos que el receptor, “a ti”, puede comprarse. Esta dialéctica remarca que, después de todo, las cosas no están tan mal y que por qué se debe pensar en toda esa enumeración anterior si alguien se puede permitir esos zapatos
Junto a esta cancelación, el marcador discursivo por fin (referencia cruzada) del final del anuncio marca que antes no se ha podido hacer algo y ahora sí que se puede. Ese esfuerzo es el estímulo para desafiar al contexto económico, convirtiendo la campaña de rebajas en reto y solución.
Respecto al spot de 2015: “te mereces unas rebajas como estas, y lo sabes” cabe destacar que en 2009 se sigue involucrando al receptor de manera directa. Lo que se merece el cliente en 2015 son unas rebajas, ya que había hecho un esfuerzo arduo para llegar hasta donde está. Por tanto, en 2015 “te lo mereces” entraña que alguien se ha ganado unas rebajas sin un contexto económico poco favorable, es decir, se ha desacreditado a brókers, analistas o a expertos en economía.
Para acabar, la relación que vincula los anuncios de ambas empresas en 2009 es el intento de solucionar sin exagerar un problema. Se articulan discursos con el único objetivo de afrontar una reinvención implícita. Se toman las dos el problema como un reto que cabe afrontar: Endesa remite con mucho lirismo que hay que mejorar una situación, porque juntos se va a poder. El Corte Inglés, por su parte, mediante la ironía afirma que nada de lo que pasa importa si hay una buena oferta. Por lo tanto, se articulan narrativas que expresan que, al fin y al cabo, la situación no es tan mala.
El esfuerzo de mejorar las cosas y el triunfo aparente de haberlo conseguido es lo que subyace mediante el juego lingüístico que se propone en la publicidad de estas dos entidades en 2015. Afrontar una dificultad como un reto en 2009 es algo muy positivo que cristaliza en una supuesta victoria por parte de los receptores de los anuncios futuros.
Realmente, decir que se ha superado algo es complicado. Actualmente, no se tiene un anuncio Endesa 2016, pero sí el de las rebajas de El Corte Inglés y la retórica sigue siendo la de la superación de algo que se ha recuperado, “Por fin, ya me tocaba a mí”. Lo que sigue sucediendo es que cada vez más se apuesta por la dominación de las situaciones mediante el lenguaje, sin ir más lejos estas campañas de lo positivo fundamentan que todo ya está hecho, se ha superado y la tormenta ya ha pasado. ¿Qué sucede cuando el lenguaje dice algo y la situación no lo acompaña? Ya se verá, pero el poder del lenguaje para cambiar realidades es indiscutible.
Amparo Alemany Martínez
El mal o el buen uso del lenguaje será la clave del éxito o del fracaso de la propia comunicación. Es por eso por lo que Mark Twain ya apuntaba que: La diferencia entre la palabra adecuada y la casi correcta, es la misma que entre el rayo y la luciérnaga. Partiendo de esta base y siguiendo con la temática de este blog: las palabras esconden o añaden sentidos que se han desarrollado a partir de esta crisis económica. Vivimos rodeados de estímulos que nos hacen estar hiperestesiados, la televisión, entre otros, ha abanderado la transmisión de lenguaje por medio de la publicidad. ¿Qué sucede con el lenguaje publicitario en tiempos de crisis? ¿Y cuando ya ha pasado esta?
La finalidad de esta entrada será la de establecer un estudio comparativo entre distintos spots publicitarios que basen su temática en la supuesta superación de la crisis económica, esto es, en el periodo 2014-2015: [
Mariano Rajoy en un encuentro empresarial, 11-12-14, minuto 1] “En muchos aspectos la crisis ya es historia del pasado”.
[José Luis Malo de Molina entonces director general del Banco de España, 24-11-14, minuto 0:14] “Es obvio que la economía española dejó atrás hace varios trimestres la recesión y la economía está creciendo”.
Para Rajoy y Malo de Molina es una realidad obvia. Nadie duda de la positividad del mensaje que defendían. En sus discursos de 2014 se apreciaba el principio del fin de la crisis.
Pero, ¿cómo se comprueba que se ha terminado? Dejando de lado estos discursos, la crisis ha supuesto un aumento de nuevas narrativas por parte de las grandes empresas. Por eso sus mensajes publicitarios arrojan luz acerca del momento que se está viviendo. Estudiarlos va a reflejar, en primer lugar, la situación contemporánea a dichas campañas y, en segundo lugar, mostrará hasta qué punto es cierto que se ha salido de la crisis. Por ello, se analizarán los mensajes publicitarios de Endesa y de El corte inglés.
Si se empieza con la compañía eléctrica, se debería recordar que entre 2013 y 2014 se lidiaba con la pobreza energética. A causa de ello, grandes compañías como Endesa, Iberdrola o Gas natural- Fenosa cortaron la luz a más de un millón de personas entre 2013 y 2014. Una de las campañas publicitarias que suscitó ciertas sensibilidades por esta situación fue la de Endesa en 2015. El año anterior ya había utilizado el mismo lema: Creemos en la energía de este país, sin embargo, no de la misma forma. El anuncio de 2015 tuvo muchas críticas y llegó a ser el peor anuncio del año. ¿Por qué? Esto se puede ver desde dos puntos de vista complementarios:
En primer lugar, el tema Creemos en la energía de este país es muy llamativo, tanto por el uso del verbo creer como por el de la palabra energía. Las acepciones que da el DRAE para energía son dos:
1. f. Eficacia, poder, virtud para obrar.
2. f. Fís. Capacidad para realizar un trabajo. Se mide en julios. (Símb. E).
Lo interesante de estos anuncios es que escogen la primera acepción y no la segunda, que sería la más propia, tratándose de una compañía eléctrica. Es un mensaje positivo: “creen” en este país. Respecto a los verbos, en 2014 se utilizó un discurso en el que la primera persona del plural englobaba tanto a la empresa como a los clientes: creemos, nadamos, caminamos, somos, etc. Lo cual lleva pensar que se habla de energía de todos y para todos:
Empresa + clientes = Nosotros
> nuestra energía.
Por el contrario, el spot de 2015 no utiliza la primera persona del plural de la misma manera. Si se sigue por entero la dinámica de este segundo anuncio, se comprueba que la empresa, cuando habla de ese nosotros, se dirige a ella misma excluyendo a los clientes. Con esta separación, la entidad se sitúa por encima de ellos, al ser quien da la energía que se necesita; esto es, ya no hay identificación empresa-clientes:
Empresa |
Cliente |
|
Creemos |
x |
|
Nos |
x |
|
Nuestra |
x |
|
Somos |
x |
|
tu (esfuerzo) |
x |
En segundo lugar y de manera complementaria, todavía resulta igual o más sugerente que lo que se esté diciendo en 2015 es que hay que recompensar el esfuerzo que el receptor del spot ha hecho.
“Si algo nos caracteriza es nuestra energía, energía para recompensar tu esfuerzo”.
Hay que entender receptor como:
a) Cliente actual
b) Posible cliente
Es decir, una entidad tiene el poder de recompensar a un sujeto, en este caso, el receptor del anuncio. Para este verbo (recompensar) el DRAE da 3 acepciones:
- tr. Compensar el daño hecho.
- tr. Retribuir o remunerar un servicio.
- tr. Premiar un beneficio, favor, virtud o mérito.
Por tanto, se puede concluir que, para recompensar, han de suceder una serie de acontecimientos:
a) El sujeto que es recompensado ha hecho algo atrás en el tiempo para merecerlo; en este caso, no se dice lo que ha hecho.
b) El sujeto que se ha esforzado tiene un motivo para ello.
c) Hace falta algo que sirva como recompensa, la energía.
O lo que es lo mismo, Endesa plantea una serie de encadenamientos argumentativos:
< +esfuerzo +recompensa >,
< +recompensa +energía >, luego
< +esfuerzo +energía >
Esta retórica de la compensación no es exclusiva de Endesa. Dejando a un lado de momento a la empresa eléctrica, en época de crisis la gente busca gastar menos, ajustarse el cinturón. En esto, las rebajas son un gran aliado. En el anuncio de El corte inglés de ese mismo año, se lanza un mensaje que aparentemente guarda mucha relación con el que hace la compañía eléctrica. El slogan de esta empresa fue: “te mereces unas rebajas como estas, y lo sabes”.
El DRAE define merecer del siguiente modo:
- tr. Dicho de una persona: Hacerse digna de premio o de castigo. U. t. c. prnl. Te mereces un premio.
- tr. Dicho de una cosa: Tener cierto grado o estimación. Eso no merece tanto dinero.
- tr. desus. Conseguir o alcanzar algo que se intenta o desea, lograr.
- intr. Hacer méritos, buenas obras, ser digno de premio.
Al igual que el spot de Endesa, una acción como merecer implica una valoración positiva del sujeto al que se premia. La compensación viene dada de la mano de algo que se ha hecho antes. Lo que este sujeto merece son “unas rebajas como estas”. No sé sabe por qué lo merece, pero sí que El corte inglés puede recompensar porque está por encima del cliente y porque el receptor ha hecho una serie de méritos.
De la misma manera que en el anuncio de Endesa queda muy clara la separación entre cliente-empresa, en el de El corte inglés no. No se puede apreciar en esta campaña que se haga acopio de verbos para referirse a la empresa, ni tampoco elide la figura del receptor, más bien todo lo contrario. El spot se dirige al sujeto que se merece la recompensa en segunda persona, esto es: lo sabes, mereces, deja de verlo detrás del cristal, etc. El anuncio parece loar a un sujeto que merece un premio, en este caso las rebajas.
Si se comparan ambas propuestas, se puede ver que se vuelve otra vez al hecho de que una gran empresa argumenta que el receptor del mensaje se merece una recompensa por un esfuerzo, que no se sabe cuál ha sido ni por qué se ha hecho:
De manera aparente son unas campañas en las que aparece una empresa activa, que es la que da algo, y un receptor pasivo, que es el que recibe un reconocimiento. Entre ambas media una relación asimétrica marcada por los verbos recompensar y merecer. El gran protagonista de los anuncios es lo que se ofrece, esto es, el beneficio que puede proporcionar el esfuerzo. Se ha dicho que “la crisis es historia del pasado”, sin embargo se hacen campañas como estas en las cuales empresas con un gran potencial retribuyen cosas a sus clientes.
Que una entidad diga te lo mereces o que va a recompensar tu esfuerzo no significa que algo haya acabado del todo. Una de las cosas que se infiere es que estas empresas no han podido dar lo que proponen en los spots, algo se lo ha impedido. Es evidente que estas entidades buscan tener clientes que les aporten beneficios por medio de campañas que tal vez solo realcen la imagen de los receptores: “Te lo mereces, y lo sabes”. Lo cual lleva a plantearse hasta qué punto se ha superado algo, independientemente de lo que haya dicho o no el gobierno o el BE.
Las empresas analizadas en esta entrada continuamente recuerdan el esfuerzo que los consumidores han hecho estos últimos años; sin embargo, en ningún momento se menciona qué es lo que han hecho ellas. Es el momento de recompensar a las personas, sin saber cómo estas entidades tienen el poder de hacerlo. Realmente, ¿los clientes merecen un premio? En cualquier caso, una empresa no está en disposición de insinuar, sin contar con el consentimiento de sus clientes, que la crisis se ha acabado. Los clientes son en realidad los que más han sufrido esta situación económica. Para afirmar algo así, se tendrá que esperar un tiempo y ver cómo evoluciona todo: las empresas, la economía y los clientes.
Diálogo, ¿para qué?
09/07/2016
- Introducción
A nadie se le escapa que desde las pasadas elecciones, en vista del histórico resultado electoral, el discurso político de nuestros representantes ha variado ligeramente con respecto a hace cuatro años. No dejamos de escuchar a todos los líderes pedir diálogo a los que hacía pocos meses consideraban rivales intratables. Ahora la pregunta es ¿Su uso es el mismo que, por ejemplo, en las pasadas elecciones de 2011?
Ese es el propósito de esta entrada: averiguar si se ha modificado su uso en el discurso político y su función en su argumentación. Para ello, se ha empleado la teoría de Ascombre y Ducrot sobre la argumentación y se partirá de estos dos ejemplos tanto en vídeo como en texto: por un lado, el discurso de investidura de Mariano Rajoy de 2011 (texto) y, por otro, el de Pedro Sánchez en 2016 (texto). Además, se ha empleado el programa Antconc para buscar las distintas concordancias que pueda haber en sus intervenciones.
Antes que nada, nos interesa saber qué se entiende, en general, cuando se pronuncia la palabra diálogo. Si seguimos la definición de la RAE nos encontramos con 2 acepciones que pueden resultar interesantes para aquello que se pretende estudiar en la entrada: (s.v.1) “Plática entre dos o más personas, que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos”; (s.v.2) “Obra literaria, en prosa o en verso, en que finge una plática o controversia entre dos o más personajes”. A continuación, se procederá a realizar un análisis de ambos discursos en orden cronológico en relación a la palabra que nos interesa.
- 2. El diálogo de Mariano Rajoy
La intervención de Mariano Rajoy tuvo lugar el 20 de diciembre de 2011. Los resultados electorales le habían dado la mayoría suficiente para gobernar al candidato popular (44,62% con un total de 186 escaños) y su discurso de investidura cuenta hasta en 9 ocasiones con la palabra diálogo: 5 en los primeros 10 minutos de su intervención y el resto a partir del minuto 44; mientras que en el centro de su discurso (en el que explica las medidas que se procederán a tomar) parece dejarla fuera. En ambos casos, lo que se puede observar, a priori, es un ofrecimiento del mismo a las distintas fuerzas políticas y a los ciudadanos con carácter de llegar a objetivos comunes, tanto en la primera parte de su discurso como en la recta final del mismo:
a) “Esto es lo que propongo: gobernar desde el diálogo y la transparencia al servicio de unos objetivos comunes” (9’52”)
Por tanto, a pesar de esa mayoría que les permitía llevar a cabo su programa de gobierno sin necesidad de la aprobación del resto de la cámara, Mariano Rajoy abría paso a un diálogo no solo con las distintas fuerzas políticas de la cámara, sino también con aquellos que le habían votado y los que no (1h 14’40”). Así que la argumentación que se propone, en principio, es la siguiente: si la mayoría da más poder, dar oportunidad de diálogo abre la posibilidad de repartir ese poder y llegar a acuerdos que no sean unilaterales.
<+ Mayoría, +poder>
pero
< +diálogo, +acuerdo >
De este modo, lo que se encuentra es una atenuación de la carga que conlleva haber obtenido en las elecciones más de la mitad de escaños en el congreso. Sin embargo, también se aprecian ejemplos como:
b) “Los resultados electorales constituyen, sin duda, la mejor garantía de que las decisiones se van a tomar y podrán aplicarse al ritmo que sea necesario. Podremos gobernar con eficacia.” (7’50”).
Es decir:
< +Mayoría, + garantía de decisiones >
Si se tiene en cuenta que fue su partido el que ganó las elecciones con una amplia mayoría, el seguro de que se tomen las decisiones son sus escaños y, de este modo, tienen la capacidad de garantizar aquello que consideren que debe hacerse y de vetar aquello que no; lo que lleva a la conclusión de que el poder, en realidad, lo detentan ellos. Sin embargo, esta nueva línea entra en conflicto con la argumentación anterior vinculada a la palabra diálogo que parecía estar destinada a facilitar el acuerdo con el resto de la cámara.
- 3. El diálogo de Pedro Sánchez
¿Sigue siendo usada la palabra “diálogo” del mismo modo? El actual candidato a la presidencia, Pedro Sánchez menciona la palabra en su discurso del 1 de marzo de 2016 un total de treinta y una veces durante toda su intervención y en un contexto claramente diferente al que tuvo Mariano Rajoy: con la irrupción de dos nuevas fuerzas políticas (Ciudadanos y Podemos), no había ningún partido que detentase la mayoría de escaños y que pudiese conformar gobierno (los 4 rondaban entre el 28,72% y el 13,93%).
En esta situación parece ser claro que no hay nada decidido y que todos los grupos parlamentarios deben hablar entre ellos para tratar de obtener los suficientes apoyos con tal de gobernar. Siendo así, la palabra diálogo crece en su importancia y se convierte casi en algo distintivo de nuestro panorama actual político, como se observa en las propias palabras de Sánchez:
c) “Es tiempo de cambio, de diálogo y, ojalá, también de acuerdo” (26’60”)
Así pues, parece que se ha pasado del mero ofrecimiento a la oposición sin poder que planteaba Mariano Rajoy a algo casi imperioso para lograr un gobierno estable. El aspirante a presidente recalca que:
d) “¿Queremos un cambio de Gobierno basado en el acuerdo, sí o no? Si es que sí, el diálogo y la colaboración dejan de ser una recomendación para ser una imprescindible obligación.” (38’45”)
En esta situación, no parece extraño que el número de veces en las que aparece la palabra haya crecido, como se decía, y que, asimismo, vaya acompañada hasta en 15 ocasiones por el término acuerdo y otras 7 por cambio; además de contraponerse 3 veces a imposición. De este modo, empleando la propia metáfora de Sánchez (minuto 32:00), se observa la siguiente argumentación: Se necesita un vehículo que es el acuerdo que, por medio del combustible del diálogo, les haría llegar a la meta que es el cambio:
<+ Diálogo, + acuerdo >
<+ acuerdo, +cambio>
No obstante, parece que ese diálogo se restringe y no está abierto a todos. En diversas ocasiones se excluye al Partido Popular de dicha posibilidad al acusarles, incluso, de haber prescindido de él durante su mandato. Únicamente se les da la oportunidad en los pactos de estado, ya que uno de sus motivos para privarles de este, precisamente, es que el PP habría dejado de lado el diálogo durante su mandato:
e) “Durante 4 años en esta cámara se ha prescindido del diálogo y del acuerdo con las diferentes fuerzas políticas” (30’20”)
Este hecho les sitúa, por tanto, en el centro del tablero para cualquier pacto político, es decir, para dialogar con todo el mundo porque son necesarios para cualquier acuerdo que se pretenda llevar a cabo.
f) “Pero, por nuestra posición ideológica, somos la piedra angular de nuestro actual sistema político. Cualquier solución de Gobierno pasa inevitablemente por nuestra participación directa.” (45’00”)
Por eso, ante su rival directo que podría quitarle la presidencia en un posible pacto entre ambos (el PP y el PSOE), asumen el mandato que las urnas les han encomendado (31’50”) y que, junto con la responsabilidad encomendada por el jefe de estado (28’00”), están capacitados para excluir al partido del gobierno en funciones. Por lo tanto, al ser ellos el partido con mayor número de votos con capacidad de dialogar, son también, en cierta medida, el partido que más poder tiene frente a las negociaciones que puedan llevarse a cabo y los que, en principio, se quedarían con el gobierno de la nación durante los próximos 4 años. Así que ese diálogo parece ser también una medida para conseguir el poder:
< +Diálogo, + cambio >
<+cambio, -Partido Popular> –>
<+cambio, + gobierno del PSOE >
En conclusión, ya decía Escandell Vidal (2014: 97) que “los mismos argumentos que aparecerían en x pueden presentarse de manera natural para apoyar una conclusión diferente”. Y, si atendemos a los casos analizados, se puede observar que la palabra que nos ocupa se ha empleado en ambos casos como argumento para apoyar, sin embargo, fines distintos: Mariano Rajoy parecía utilizarla para mitigar la carga que comportaba tener la mayoría, mientras que Pedro Sánchez la ha empleado para tratar de conseguirla. En definitiva, esto demuestra que, a pesar de que haya un significado de base que se mantiene y es necesario para comprender lo que se dice, las circunstancias de cada situación hacen que el mismo pueda cargarse de otras connotaciones.
Sara Badía
En estos últimos años, muchos de los discursos de los dirigentes del país han ido incorporando expresiones como “lo peor ya ha pasado”, o “se ve la luz al final del túnel / camino” (véase ¡Toca optimismo! (y II)”, de Montserrat García). Sin embargo, hay una cuyo uso se ha extendido de manera más notable: “hemos salido de la crisis”. Esta entrada se centrará en el estudio de dicho sintagma para conocer qué usos puede albergar y si estos han variado a lo largo del tiempo.
A finales del año 2012, Alfonso Merlos, columnista del periódico La Razón, argüía lo siguiente:
Lo crucial es que hay un plan en marcha, que se está ejecutando en fases, que se está controlando con la cabeza, y que hay un presidente que está ayudando a los españoles a salir de la crisis. Ésa es la verdad. No es fácil ponerte al volante y acelerar con garantías cuando te dejan un coche destartalado, cuando el anterior piloto en lugar de hacer los cambios de filtro, aceite y neumáticos se ha dedicado a tunearlo con estúpidos alerones y horteras embellecedores mientras gripaba y quemaba el motor (¡y gastándose lo que no está en los libros!) (“La cuarta marcha”, 22/02/2012).
Aquí entra en juego un determinado encadenamiento argumentativo: “tener un plan” supone “salir de la crisis”. Según la teoría de Anscombre y Ducrot, si tomamos “plan” como punto de articulación que sirva para ligar los argumentos, obtendremos una relación de encadenamiento argumentativo del par < + plan, + salir de la crisis >. En el otro lado de la escala, por tanto, se hallaría el par < – plan, – salir de la crisis >.
Otro esquema argumentativo es el que se da, por ejemplo, en el caso siguiente:
Sin realizar algunas reformas pendientes, salir de la crisis será más difícil, la salida tendrá efectos muy negativos en cuanto a la equidad social, y seguramente será una salida en falso que duraría poco tiempo. (“La ilusión y el engaño”, Joan Majó, El País, 07/01/2014).
Aquí, el encadenamiento vendrá de la mano del par < – reformas pendientes, – salir de la crisis >. Como se puede ver, estos esquemas van ligados a un uso argumentativo positivo del sintagma “salir de la crisis”, hecho presente en artículos como “¡Vaya tripartito!” (Iñaki Zaragüeta, La Razón, 09/01/2013) o “Con o sin pacto” (Agustín de Grado, La Razón, 09/06/2013). Ahora, es el turno de analizar la otra cara de la moneda.
En octubre de 2012, en una carta al director de El País, se afirmaba lo siguiente:
Llevamos cuatro años con más de lo mismo, quizá ya va siendo hora de que nuestros políticos se den cuenta de que ésta no es la manera de salir de la crisis. Es de sentido común saber que si recortas el gasto público cuando la economía está hundida, esto la deprime todavía más (“Sigue aumentando el paro”, Merche Castillejo, 29/10/2012).
En esta ocasión, y continuando en la línea de la teoría de Anscombre y Ducrot, el encadenamiento argumentativo viene dado por el par < + más de lo mismo, – salir de la crisis”. De nuevo, se da un nexo entre este par y el del ejemplo anterior: ambos usos del sintagma son argumentativamente negativos, algo observable en artículos como “Ver para creer” (Agustín de Grado, La Razón, 04/01/2013) o “Por una oposición útil” (El País, 21/01/2012).
A continuación, se analizará cuál ha sido la evolución de los usos del sintagma “salir de la crisis” en los últimos cuatro años en dos periódicos de tirada nacional de ideología contraria: El País y La Razón. En esta ocasión, el análisis se ceñirá a los usos recogidos en las secciones de opinión (editoriales, cartas al director, artículos…), descartando todas las declaraciones de políticos, así como las muestras en que la expresión forme parte de una oración subordinada. Con este estudio, se observará claramente cómo un sintagma puede apoyar o rebatir un determinado posicionamiento dependiendo del uso del lenguaje que se haga del mismo.
A través de los siguientes gráficos, es posible constatar la manera en que la coyuntura social, política y económica de un país puede afectar al empleo que se hace de la lengua.
Como se puede observar, hay una gran polarización. En el caso de El País, los usos argumentativos negativos, que ya parten con más de treinta empleos, crecen progresivamente hasta tocar techo en el 2014. Asimismo, hasta este último (2014), los positivos eran mínimos; incluso tendían a disminuir. Sin embargo, es en 2015 cuando se invierte la tendencia: los usos positivos comienzan a ascender, mientras que los negativos caen.
En cuanto a La Razón, los usos argumentativos positivos de “salir de la crisis” se duplican en el 2013, pero lo hacen de manera más discreta en el 2014. Los usos negativos, que en 2013 eran tres, se duplican en 2014; en todo caso, hay que tener en cuenta que, hasta 2013, no había ninguno, por lo que la tendencia es reveladora. En 2015, los usos positivos vuelven a crecer, mientras que los negativos caen.
Por último, si se conjugan los datos de uno y otro periódico, se observa una tendencia creciente en ambos usos hasta 2015, si bien en 2014 lo hacen más los negativos. Es en el año 2015 cuando esta queda interrumpida, invirtiéndose: los usos argumentativos positivos superan por primera vez a los negativos, que caen a casi la mitad.
A modo de conclusión, a nosotros no nos atañe determinar si hemos salido o no de la crisis económica, sino evidenciar las diferentes estrategias comunicativas que se emplean a la hora de hacer mención a la misma, y que ocasionan que un sintagma como “salir de la crisis” apoye o rebata una determinada argumentación, dependiendo de cómo se emplee. Únicamente lo que acontezca en años venideros podrá dilucidar si la tendencia creciente de los usos negativos se mantiene o, por el contrario, vuelve a invertirse. Estaremos atentos.
Pablo Martínez Fernández
Friki de armas tomar
14/09/2014
De entre las muchas aportaciones a la Lingüística general del filósofo Ludwig Wittgenstein, se encuentra la brillante idea de que el “lenguaje es un juego”, un juego con reglas, donde de su cumplimiento o incorrección depende que nos comuniquemos. Una idea harto interesante, pues queramos o no, a cada instante somos jugadores en este campo lingüístico. A día de hoy, podemos verla reflejada en el desarrollo de algunas palabras como friki, que de mayo a julio –y por el momento- es un término de uso que da mucho juego, en tanto que es “titular” en el marco de la política. Por este motivo, el propósito de nuestro trabajo será analizar el papel que en los meses de mayo y junio ha jugado la palabra. Para ello trataremos de anotar una periodización del uso de “friki” en los medios de comunicación, en tanto en cuanto a su crecimiento significativo por estar en contacto con contextos políticos.
A grandes rasgos, debemos preguntarnos primero sobre la naturaleza de la palabra. Si acudimos al diccionario DRAE comprobaremos que ya incluye en un artículo de su vigésimo tercera edición este lema (que es un préstamo del inglés freaky), distribuyendo sus sentidos en tres acepciones y tratándolo de adjetivo coloquial: ¹“extravagante, raro, excéntrico”, y nombre común que señala a persona ²“pintoresca, extravagante” y ³“que practica desmesurada y obsesivamente una afición”. No podemos ignorar que los últimos años el término ha ido ensanchando cada vez más su cajón de significados (es decir, que paulatinamente ha ido señalando más cosas del mundo). A priori, al decir friki nos puede venir a la mente un joven adulto vestido de superhéroe anime japonés. Sin embargo, hoy se puede decir que uno es friki si ha llevado demasiado equipaje en un viaje de fin de semana. De este modo, si alguien quiere significar simplemente que algo es “extraño” o “impertinente”, en su mente puede albergar la posibilidad de uso de friki, con que puede multiplicarse enormemente en el uso por esta versatilidad. Con este marco general comenzaremos el análisis.
¿Cuándo entra friki en el campo de la política? En mes de mayo de 2014 Podemos –un nuevo partido político de ideas dinámicas e izquierdistas– consiguió un gran número de votos en las elecciones europeas, ante lo cual, partidarios de otros grupos políticos vuelcan una serie de relaciones y calificativos peyorativos sobre Podemos, y en especial sobre su líder: Pablo Iglesias. Un ataque que continúa hoy.
Grosso modo, podemos decir que el primer uso lo realizó el sociólogo del PP, Pedro Arriola, cuando el 27 de mayo declaró públicamente, en referencia al partido político Podemos: «aquí tenemos todos los frikis del mundo», «Todos los frikis acaban planeando sobre Madrid» (Forum Europa con José Juan Toharia y Pedro Arriola, min. 33:00 https://www.youtube.com/watch?v=iBIEaQ_OcPI). Lo que queda grabado en los medios es la asociación de Pablo Iglesias con el calificativo “friki” que Arriola le impone, introduciéndole implícitamente la carga significativa (negativa) que tiene la palabra: persona con vestuario extraño, individuo extravagante, raro, pintoresco, infantil, inconsciente, etc.
Al instante se toma como un insulto hacia Pablo Iglesias. El que oye estas declaraciones activa el entorno cognitivo (como diríamos según la Teoría de la Relevancia, las creencias que tiene un colectivo social) y relaciona el “aspecto extraño” de friki, con el aspecto de Pablo Iglesias, quien viste informalmente y lleva el pelo largo. Como veremos en los ejemplos posteriores, detrás de este mínimo enlace cae toda una significación negativa (rareza, inconsciencia, excentricidad, infantilidad).
Desde el mismo día 27, la palabra friki pasa a formar parte del vocabulario de crítica política y posteriormente contactará con otras apelaciones dirigidas hacia Podemos. Antes de esto sabemos que hubo ya referencias peyorativas hacia el partido; una de ellas se dio el mismo día 27 cuando Rita Barberá –alcaldesa de Valencia- tildó al partido elegido en las elecciones europeas de “grupúsculos”, “radicales”, “antisistema” y advirtió “Yo no quiero para mi país la política de Chávez” («Barberá: “Sabíamos que con la abstención se colarían grupúsculos radicales y antisistema”» http://www.atlas-news.com/agencia-internet/politica/Rita_Barbera-alcaldesa-valencia-podemos-elecciones-pp-25M_3_526177415.html, Atlasagencia, 27/05/2014).
Durante los últimos días de mayo y la primera quincena de junio se ha seguido empleando la palabra “friki” para referirse a la ideología de Podemos, con una serie de nuevos sentidos peyorativos. El 28 de mayo, en todos los medios se dio el debate sobre la figura de Pablo Iglesias y el término “friki” entró en un campo extensísimo de intercambio (redes sociales: Factbook, Twitter; declaraciones de prensa, radio, televisión), con lo que podemos rescatar ejemplos de comentarios como el del siguiente usuario de Facebook, que recopila irónicamente los atributos de Iglesias, entre los cuales tenemos el de sus votantes, que llama “Frikis”:
Podemos es ETA, Podemos quiere convertir España en Venezuela y Cuba, Podemos se financia con dinero del régimen venezolano, Pablo Iglesias es Hitler y Stalin, los votantes de Podemos son Frikis, Podemos quiere llenar España de inmigrantes, Pablo Iglesias es proetarra y apoya el régimen iraní, Pablo Iglesias compra la ropa en Alcampo, Podemos es antisistema, Podemos son radicales, Podemos es extrema izquierda, la coleta de Pablo Iglesias está llena de piojos… (Facebook. “The ObserverULPGC” https://es-es.facebook.com/ObserverULPGC/posts/611082728988508 28/05/21014)
Algunos de estos atributos ya se habían ido asentando anteriormente, como en el día 26 de mayo cuando hubo comentarios tan llamativos sobre Podemos, en este caso de ataque, como el siguiente:
«Mucha bola se le está dando a este rojete trasnochado, bolivariano y populista mamarracho. A ver si al final se lo va a creer y dentro de unos añitos, cuando sea mayor y ya no le guste jugar a poli(tico) bueno quiera jugar a ser salvador de la patria (ah no que los rojetes no tienen patria) bueno pues a salvador de la ciudadanía (que es muy progre) y se quieras convertir en un Chavez a Castro por aquí.” (La Gaceta “Pablo Iglesias se compra de Alcampo”, http://www.gaceta.es/josef/pablo-iglesias-compra-ropa-alcampo-26052014-1838 26/05/2014)
La relación con Hitler se explica por los dos “twits” consecutivos de Esperanza Oña, vicepresidenta del parlamento andaluz, quien comparó sus políticas también a día 26 de junio:
“Hitler ganó las elecciones en Alemania aprovechando el descontento general y convirtiéndolo en ilusión a su favor […] Pablo Iglesias, casi sin partido, sin gestión y siendo uno d los asesores del nada democrático Maduro, ha ilusionado a muchos” (Twitter, EsperanzaOña@esperanzaona.es https://twitter.com/esperanzaona )
Consecuentemente en el comentario de Facebook aparece en el mismo contexto que “Hitler”, “bolivarianos”, “extrema izquierda”, “radicales”, etc. porque antes de esto hubo una retahíla de apelativos despectivos, donde pasa a ser parte. Por el momento, la palabra simplemente se ha usado en el campo político, pero este todavía no la ha marcado (no ha cambiado su significado).
El 31 de mayo se repiten los calificativos, aunque esta vez la palabra sí se relaciona con los insultos. El fenómeno siente una evolución, ahora friki se sustantiviza y pasa a señalar directamente a Pablo Iglesias, con lo cual los calificativos delimitan el sentido del término:
friki de la coleta que viste de Alcampo, que quiere expropiar a los bancos, asaltar los pisos vacíos (…) es producto del populismo. Este friki antisistema que pierde el pompis por Chávez y Castro, que se asemeja a Hitler (…)ha centrado todo el escrache verbal de los de la ultradiestra, la diestra y parte de la zurda Por friki, utópico e inconsciente (…) Pero es igual, lo importante es zurrarle al friki ese de la coleta porque lo suyo es intolerable (…) (“El friki de la coleta”. La voz de Galicia, Ernesto Pombo http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2014/05/31/friki-coleta/0003_201405G31P18995.htm 31/05/2014)
Friki pasa a ser sustantivo acompañado de complementos: 1) friki de la coleta; 2) friki que viste de Alcampo; 3) friki antisistema; 4) friki, utópico e inconsciente
En días posteriores, hubo periodistas que se revolvieron ante estas calificaciones y debatieron sobre si era apropiado o no hablar de Podemos como unos frikis, aunque el debate engarza muchas de sus polémicas con los sentidos de antisistema:
“-¿Es Pablo Iglesias un friki?/ -No, no lo creo. Es una persona que tiene una visión de la sociedad que es muy contraria a lo que quiere y defiende una mayoría muy inmensa.” (“Pablo Iglesias no es un friki”. La voz de Galicia. http://www.lavozdegalicia.es/noticia/politica/2014/06/01/pablo-iglesias-friki/00031401580544088679944.htm 01/06/2014).
En otro artículo del mismo periódico, hay un intento de positivizar la figura del “friki” acudiendo a sus sentidos académicos de extravagante, raro o excéntrico que hemos detallado antes:
”Según la Real Academia Española un friki es una “persona extravagante, rara o excéntrica” condición, no necesariamente negativa” (GUITIÁN, Javier “Yo también soy un friki”. La voz de Galicia, http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2014/06/02/friki/0003_201406G2P14993.htm 02/06/2014).
Por otro lado, Guitián recuerda en tono protestante los términos que han rodeado a Pablo Iglesias en los últimos días “rojete trasnochado, bolivariano y populista mamarracho”.
Días después sigue el debate, es sustituido de nuevo “Pablo Iglesias” por “El friki”:
¿cómo es que una cadena de televisión que pertenece a alguien tan afecto al gobierno actual permite la presencia, día sí y día también, a quien con tanto ahínco ese mismo gobierno se afana en llamar «friki»? ¿Y cómo es que “el friki” va a continuar haciéndolo como si nada hubiera pasado si es que realmente algo pasó? ¿Qué otras formaciones neutraliza Podemos? (MONTSERRAT NEBRERA, Vozpopuli http://vozpopuli.com/blogs/4495-montserrat-nebrera-una-lectura-conspiratoria-de-los-sucesos-recientes10-06-2014).
Continúa su evolución por el campo político, asentándose Podemos en el ataque como un fenómeno populista. Se usan expresiones como “populismo friki”: “sistema acechado por el populismo friki que nos asuela” (RUÍZ, Rafael: “El reto de Izquierda Unida”. ABCdesevilla. http://sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/20140615/sevp-reto-izquierda-unida-20140615.html. 15/06/2014). Sin embargo también siguen los comentarios positivos, pues este mismo día 15 también se usa la palabra en tono más positivo: “Esto dice algo muy bueno de una sociedad donde los frikis -así les llaman quienes tienen miedo a perder su parte del negocio- protestan de una forma tan ejemplar como democrática: votando.” (LÓPEZ, Laureano“Democracia Friki”. La voz de Galicia http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2014/06/15/democracia-friki/0003_201406G15P4993.htm 15/06/2014). Como vemos en el último uso, según el periodista en su artículo “Democracia friki”, “friki”queda restringido a un sector político determinado (tal como hemos ido señalando en nuestras observaciones).
Con todo, es lícito reducir que en el marco de la política la palabra sigue, por ahora, en un ámbito de designación despectiva.
Para finalizar el artículo, veremos un ejemplo que resalta a día 16 de junio, y que continúa la tendencia politizadora del término. Se trata del comentario del político Joaquín Leguina, quien afirmó por las redes sociales “El PSOE perdió más votos rumbo al PP en 2011 que los que se le han ido ahora hacia la izquierda friki” (Programa de televisión Las mañanas de Cuatro http://www.teleonlinedirecto.es/video/119977/cuatro/las-mananas-de-cuatro/leguina-califica-como-friki-la-forma-en-que-pablo-iglesias-prometio-acatar-la-constitucion.html ). Más tarde en televisión se debatiría el uso del calificativo. En la siguiente tabla hemos desglosado el uso de friki, junto con el de otros calificativos expedidos hacia Pablo Iglesias y a Podemos:
Mayo |
26 |
27 |
28 |
31 |
Junio |
1 |
2 |
10 |
11 |
15 |
16 |
16 |
suma |
FRIKI |
|
X |
X |
X |
|
X |
X |
X |
X |
X |
X |
X |
10 |
Coleta |
X |
X |
2 |
||||||||||
Alcampo |
(X) |
X |
X |
X |
4 |
||||||||
Antisistema |
X |
X |
(X) |
X |
4 |
||||||||
Chávez (-ista) |
(X) |
X |
X |
X |
4 |
||||||||
Castro (-ista) |
(X) |
X |
2 |
||||||||||
Hitler |
X |
X |
2 |
||||||||||
Utópico |
X |
1 |
|||||||||||
Inconsciente |
X |
1 |
|||||||||||
Rojo |
(X) |
X |
2 |
||||||||||
Bolivariano |
(X) |
X |
2 |
||||||||||
Populista |
(X) |
X |
X |
3 |
|||||||||
Proetarra |
X |
1 |
|||||||||||
Extravagante |
X |
1 |
|||||||||||
Raro |
X |
1 |
|||||||||||
Excéntrico |
X |
1 |
|||||||||||
Izquierdista |
X |
X |
X |
3 |
|||||||||
Radical |
X |
X |
2 |
(Entre paréntesis aquellos casos que no se relacionan directamente con “friki”)
Comprobamos que las palabras más empleadas en relación con “friki” son las de Antisistema, Alcampo, Castro y Chávez; aunque lo más importante es el mismo contexto de uso, el cual ha concedido finalmente a la palabra, mediante todas estas declaraciones, esta amplia significación.
A día de hoy, 30 de junio de 2014, el fenómeno parece no haber evolucionado mucho más. Pero siempre es importante captar estos fotogramas filológicos que demuestran la capacidad de extensión que tienen algunas unidades del habla cotidiana cuando se pone interesante el juego lingüístico.
Joan Deusa Dalmau
El Banco de Santander acaba de lanzar una campaña publicitaria relacionada con la concesión de créditos e hipotecas. Dicha campaña está encabezada por el marcador discursivo «por fin»:
https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=K1L6FxR6CRY
Y así aparece también en su cartelería.
Contra lo que pudiera parecer, la elección de este elemento lingüístico es menos casual e inofensivo de lo que pudiera parecer; pero, para demostrarlo, será necesario introducir una pequeña explicación lingüística.
En primer lugar, una observación: en otras lenguas vecinas existen pares de marcadores que tienen la palabra fin como raíz: en francés, finalement y enfin; en catalán, finalment i per fi; en italiano, finalmente e infine. Del mismo modo, en español por fin se relaciona con otro marcador discursivo de origen semejante: finalmente, hasta el punto de que, en una primera lectura, se podría considerar que se trata de dos sinónimos. Sin embargo, el Diccionario de partículas discursivas del español(DPDE) deshace la supuesta sinonimia en la definición de cada uno de estos dos marcadores. Mientras que finalmente «introduce el miembro final de una serie discursiva de elementos ordenados como aspectos de un mismo tema», por fin «presenta el miembro del discurso en el que aparece como un acontecimiento deseable que pone término a un proceso esperado». Es decir, que el adverbio en -mente está más ligado a la sucesión temporal de acontecimientos, mientras que por fin asume un significado más complejo, que sobrepasa dicho valor temporal. Finalmente y por fin no son sinónimos y su elección supone una decisión consciente por parte del emisor.
Hecha esta aclaración, queda claro que, cuando una campaña publicitaria elige por fin como elemento más destacado en sus carteles, está dando a entender algo que supera la mera secuencia temporal no conceder préstamos > conceder préstamos. Veamos qué valores esconde dicho marcador: si uno de nosotros está esperando veinte minutos a que le traigan el segundo plato en un restaurante, cuando llegue el camarero con la comida puede recibir a ambos con un ¡por fin! exclamativo, pero no con #¡finalmente! Lo mismo ocurre cuando llega tarde a casa nuestra hija de trece años, cuando nos ingresan un pago atrasado o cuando sale el jugador estrella a mejorar el desastroso juego de nuestro equipo favorito. En todos estos casos, existe a) un acontecimiento negativo para el hablante, cuyo control está en cierta medida fuera de su alcance; b) dicho acontecimiento posee una duración superior a la esperada; c) se pone fin con el hecho que provoca el marcador; y d), supone un beneficio para el hablante.
En el caso que nos ocupa, lo que el Banco de Santander parece querer decirnos con la elección de por fin es que el hecho de no conceder préstamos o hipotecas es negativo y que, en efecto, ha durado más de lo que se esperaba, pero no dependía de sí mismo y que supone tanto alivio para la entidad el poder concederlos como para el ciudadano recibirlos. Es más, puesto que la ausencia de control sobre la situación se presenta, mediante este procedimiento retórico, como algo compartido con la ciudadanía, el BS parece querer situarse junto a ella, al observar, preocupado, que la imposibilidad para acceder al crédito depende de algún elemento externo a la entidad bancaria. Con por fin, banca y ciudadanos se alinean en el mismo bando.
Dejamos para las páginas de economía el decidir si esta visión de los hechos se corresponde con lo que ha sucedido en la realidad. Nos contentamos con constatar cómo la elección de por fin es marcada, responde a una voluntad concreta y se propone como la narración de lo que ha sucedido entre los bancos, el crédito y nosotros durante estos últimos años. Recordemos una vez más que, en Retórica, cierto es únicamente lo que no se discute. Si no hay voces discordantes, esta será, para las generaciones venideras, el relato verdadero de lo que ha ocurrido.
Salvador Pons Bordería
El caso Bárcenas (I): enero
27/06/2013
¿Qué significa “la verdad”? A lo largo de la historia del pensamiento filosófico, desde Platón, quien la describía como la suma de la belleza, la bondad y la justicia, pasando por Kant y su distinción entre el conocimiento del ser humano sobre la realidad y la forma que la realidad tiene en sí misma, la noción de “verdad” plantea todavía hoy sumos problemas de definición. Pero dejando las cuestiones filosóficas a un lado, nos centraremos en un tema lingüístico relacionado. ¿Qué significa decir la verdad? ¿Cómo se argumenta la verdad o falsedad de un suceso y qué consecuencias tendría el hecho de afirmar algo como verdadero y posteriormente negarlo o afirmar su negación?
En este blog, mediante las herramientas que la propia lengua nos proporciona, y con la ayuda de la disciplina pragmática, intentaremos analizar en qué ha consistido uno de los casos que en España han llevado a acentuar la situación de crisis económica, política y social que veníase gestando desde las eufemísticas desaceleraciones y los inicios de la trama Gürtel: ¿Cómo ha argumentado el Partido Popular su relación con el “caso Bárcenas”?
Para averiguarlo, hemos confeccionado un corpus cronológico de 70 noticias que abarca desde el inicio, 16 de enero de 2013, hasta las últimas informaciones del mes de mayo (29/05); así, por cuestiones de tiempo y espacio, no se tratarán ninguna de las nuevas aportaciones a partir de junio. De esta manera, siguiendo el eje cronológico y en función de la coherencia establecida entres los discursos internos de los miembros populares y las informaciones externas, distribuiremos las intervenciones entre argumentos a favor del PP y contraargumentos, y analizaremos qué consecuencias propiamente argumentativas se plantean. Eso sí, con el objetivo final de que cada cual opte por una libre y propia interpretación. Para eso somos hablantes y no figurantes, ¿no?
A modo de escueto resumen, fecharíamos el comienzo hacia la segunda semana de enero de 2013, cuando el grupo parlamentario popular se ve salpicado por un escándalo de corrupción, relacionado con Luis Bárcenas, el antiguo tesorero del partido, que ya había sido imputado por un delito de financiación ilegal de su partido en la trama de 2009 conocida como Gürtel. Este nuevo caso empieza a construirse sobre la base de una triple bomba informativa entre los días 16, 17 y 18 del primer mes del año:
1) (EL MUNDO: 16/01): “Suiza informa de que Bárcenas llegó a tener 22 millones”
2) (EL PAIS: 17/01): El abogado de Bárcenas: “Las empresas de mi cliente se acogieron a la amnistía (fiscal)
3) (EL MUNDO: 18/01): Bárcenas pagó sobresueldos en negro durante años a parte de la cúpula del PP
En resumen, se descubre que el ex tesorero del PP podría haber cometido un delito de frauede fiscal ya que poseía hasta 22 millones de euros en una cuenta bancaria en Suiza, dinero, según él, sin ninguna vinculación con su partido. Al día siguiente, sus abogados afirman que Bárcenas regularizó todas sus ganancias a través del proceso de amnistía fiscal promovido por el gobierno. Por último, el 18, se publica que gran parte de la cúpula del PP habría percibido sobresueldos de mano del ex tesorero. Por tanto, 22 millones en Suiza, Amnistía fiscal y sobresueldos serán tres palabras clave para el desarrollo de los acontecimientos.
Sin embargo, más tarde, el 31 de enero, aparecerá en EL PAÍS la noticia que ha dado sobrenombre a la trama: Las cuentas secretas de Bárcenas. Se trata de la publicación de una serie de fotocopias sobre la supuesta contabilidad secreta de los tesoreros del PP entre los años 1990 y 2008, y según las cuales, tanto el presidente del gobierno como otros miembros del partido habrían recibido dinero adicional a sus retribuciones económicas legales en base a las donaciones que diferentes empresas privadas habrían hecho al partido, a cambio de concesiones de obras públicas y supuestos tratos de favor.
Habría sido el tesorero del partido, Bárcenas, la persona que habría fraccionado las donaciones en pequeñas cantidades (ya que estas financiaciones no podían superar los 60.000 euros) y las habría ido acumulando en una cuenta de un banco suizo, hasta alcanzar la cifra de 22 millones y que recientemente ha sido de nuevo situada en torno a 47 millones de euros (15/06).
Ante un asunto de tamañas dimensiones, ubicado además en un clima de dificultades económicas para los ciudadanos, estos, el resto de grupos políticos y otros componentes del propio partido les exigen (cada uno dentro de sus posibilidades) una respuesta.
¿Ha contestado a todas las preguntas el Partido Popular? ¿Cuál es la evolución que ha habido entre las argumentaciones del partido y los hechos investigados sobre el escándalo?
Antes de empezar, hemos de señalar que, como todo en asunto polémico, siempre coexiste un debate entre puntos de vista contarios, entre argumentos o contraargumentos o, como se establece en Retórica, entre un proponente y un oponente. Por tanto, iremos clasificando los diferentes discursos entre argumentos y contraargumentos, y los agruparemos en tres fases:
1) 1ª semana: Bárcenas es un caso particular + Todo es falso + Quien la hace, la paga
Esta primera fase constituye el momento argumentativo inicial, de la cual partirán nos tres argumentos claves que se irán repitiendo frecuentemente en las intervenciones del partido popular. Desglosemos cada uno de ellos:
- A. “El dinero de Bárcenas es particular”
Hemos dicho que es el 16 de Enero cuando empieza a destaparse la trama de las cuentas bancarias en Suiza del tesorero por parte del periódico EL MUNDO. Un día más tarde, el 17, los abogados de Bárcenas aseguran que este se acogió legalmente a la Amnistía Fiscal que el gobierno había propuesto, y muchas voces en la oposición critican que esta ley se haya elaborado para facilitar el blanqueamiento de capital. Como respuesta, el ministerio de Hacienda desmiente las acusaciones de sus abogados mediante un muy concreto y breve comunicado y Mª Dolores de Cospedal responde a las acusaciones con un argumento, mediante el que marcará las distancias entre el partido y su ex tesorero, para desvincularse totalmente y desde el principio, al cual denominaremos “BÁRCENAS NO ES PP” o “B NO PP”:
“Lo que sí le puedo decir es que se trata de un tema particular, particular, particular, de esta persona en cuestión y que no tiene nada que ver con el partido popular […]”.
Además, Cospedal recupera un discurso utilizado el 15 noviembre de 2012, en plena campaña de elecciones catalanas: “Si yo hubiera sido una presidenta autonómica que me presentara a unas elecciones teniendo una cuenta en suiza y sin poder explicar de dónde venía el dinero, pues yo habría tenido que dimitir” ante el cual, el lector y el curso de la investigación determinarán la verdad o falsedad de dicho enunciado.
- B. “No, jamás, en la vida, yo no he sido” = NEGACIÓN ABSOLUTA
La explosión se consuma el 18 de Enero, cuando EL MUNDO anuncia que parte de la cúpula del Partido Popular habría estado cobrando sobresueldos desde la época de Manuel Fraga hasta 2008, tras lo cual, las reacciones no se hacen esperar, y algunos de los involucrados, Javier Arenas, Esteban González Pons o Carlos Floriano lo niegan rotundamente.
“En este tiempo, ni vi, ni se me ofreció, ni se me dio ningún sobre con dinero, y por supuesto, no lo hubiera aceptado” (Soraya Sáez de Santamaría)
“Jamás he cobrado en un sobre, ni en dinero que no haya declarado. Nadie me lo ha insinuado ni tengo ningún conocimiento de que en el partido esa práctica exista o haya existido” (Esteban González Pons)
Otra de las negaciones viene por parte del propio presidente del gobierno, el día 19 de enero, cuando ante la pregunta de una periodista sobres si hubo sobresueldos en el PP, Rajoy contesta: “Sí, hombre.”
En adelante, denominaremos a este argumento: “NEGACIÓN”, y se detallarán los diferentes matices de los que se caractericen.
- C. “Se tomarán medidas contra aquellos que se comporten mal”
Como vemos, la noticia de los sobresueldos será la de mayor implicación hacia miembros del partido, el presidente y algunos ministros, por lo que ante una pregunta implícita como podría ser: “¿Qué va a hacer el PP para arreglar este asunto?”, observamos que aparecen un tercer argumento: “SE TOMARÁN MEDIDAS”. Así, el sábado, 19 de enero, en rueda de prensa, Rajoy no da explicaciones sobre ninguna de las noticias anteriores, lo único que se limita a anunciar solemnemente es: “Si alguna vez tengo conocimiento de irregularidades, de conductas impropias que afectan a militantes de nuestro partido, no me temblará la mano”, en consonancia con el discurso de María Dolores de Cospedal, del día anterior, en el que sobresale la afirmación de “Quien la hace, la paga”.(Vídeo -1:39)
El lunes 2 “Rajoy ordena una auditoría interna y otra externa desde que nació el PP” y “anuncia una comparecencia de Montoro y querellas contra los que “difamen” al PP”, por lo que se reforzará este argumento de las medidas. Además, en la noticia de EL PAÍS, podemos leer que será la “actual gerente y tesorera, Carmen Navarro”, quien dirija la investigación interna.
Aquí concluye esta primera semana de nuevos hallazgos en el escándalo de corrupción y los argumentos del PP, que viran en torno a tres direcciones: “B NO PP”, Todo es falso y “Castigaremos a quien se comporte de manera reprobable”.
2) Segunda semana: No lo sé + No desmiento + No me acuerdo + Silencio
Tras esto, nos encontraremos con unas explicaciones un tanto vagas o vacías. ¿Cómo debemos interpretar este tipo de enunciados que no logran despejar todas las dudas?
Según el lingüista Stephen Levinson, los hablantes solemos inferir una serie de informaciones de manera generalizada, o como él lo denomina, “presumiblemente”. ¿A qué se debe? Como decimos, Levinson postula que existe un principio que rige la comunicación, denominado la heurística de la Cantidad (HQ): “Lo que no se dice no se da”, a través del cual, el hablante “ha de proporcionar una aseveración informativamente fuerte, en función su conocimiento del mundo y que concuerde con los hechos”. Veamos estos ejemplos para entenderlo:
-NO LO SÉ: Es el caso del miércoles 23, que tras comparecer en rueda de prensa el ministro de Hacienda, leemos este titular: “Montoro asegura que no sabe si Bárcenas se acogió a la amnistía fiscal”. Hay que señalar que su certeza al afirmar que no tiene certeza de saber lo referido a Bárcenas y a la amnistía fiscal supone una grave contradicción con respecto al comunicado emitido el 17 de Enero de 2013 en el que el Ministerio de Hacienda desmentía las afirmaciones de su abogado.
-NO DESMIENTO + SILENCIO + NO ME ACUERDO: Por su parte, Rajoy se dejará de ironías y el viernes 25, confirma que “no desmentirá los supuestos sobresueldos hasta que finalice la auditoría ordenada dentro de su partido”. Asimismo, ese día, de viaje oficial en Chile, decide no permitir ninguna pregunta de los periodistas, y junto con ello, ese mismo día, el periodista Luis del Olmo le pregunta, en ABC Punto Radio, cuándo había sido la última vez que había hablado con Luis Bárcenas: “Pues la verdad es que no me acuerdo, Luis. No me acuerdo.”
El argumento que aquí se usa, como decimos con relación a Levinson, será denominado HQ, e implicará que los miembros del PP no se comprometan a afirmar o negar las acusaciones que están recibiendo.
Por último, señalaremos otro de los argumentos utilizados en esta segunda fase, y que se corresponde con la falacia retórica ad hominem que, pese a diferenciarse de los anteriores, se asemeja a ellas en que el hablante que lo usa no alude razones para rebatir la acusación (no se compromete), sino que descredita o ataca a la persona que lo acusa. En una de las respuestas de Montoro del día 23, cuando el diputado socialista, Pedro Saura, le hace esta pregunta, ocurre esto:
-Proponente:[…] ¿El ministro de Hacienda ha cobrado en B? ¿Ha cobrado un sobre?
-Oponente: En primer lugar, señor Saura, la ruindad en la política tiene un límite […]
http://www.youtube.com/watch?v=vXwG-W4qGdE&feature=player_detailpage
Levinson apunta también, como guía para el oyente, que este tendría que “aceptar que el hablante ha realizado la aseveración más fuerte de acuerdo con lo que sabe”. El lector, por tanto, observaría que, en este caso concreto, el ministro no ha negado taxativa y explícitamente la respuesta, y que en los anteriores no se han realizado intervenciones comprometidas con la pregunta formulada, sino que se ha tramado una estrategia comunicativa de desvinculación con la relación entre PP y Bárcenas.
3) Tercera fase: NEGACIÓN + ADMISIÓN 1er. PAGO = NEGACIÓN CON EXCEPCIÓN
Una vez hemos llegado hasta aquí, es donde nuestro análisis echa raíces en torno al escándalo de corrupción, ya que será el jueves, 31 de Enero cuando EL PAÍS publica Las cuentas secretas de Bárcenas, las supuestas fotocopias de la contabilidad secreta del PP que mostrarían los pagos y sobresueldos de numerosos miembros, así como los datos comprometedores de donaciones y financiaciones por parte de empresas privadas. Tras esto, y sirviéndonos de un discurso interrogativo implícito como “¿Qué dice el PP sobre este asunto”?, la negación vuelve a ser el contraargumento que predominará y de esta manera, Mª Dolores de Cospedal, en rueda de prensa ese mismo día, afirma: “Yo no voy a reconocer veracidad, ni tengo por qué a algo que no se corresponde con la contabilidad que tenemos en el partido, de ninguna manera, de ninguna manera”.
Después de esta primera intervención, simultáneamente en ese momento, Pío García Escudero, presidente actual del Senado, “reconoce un pago anotado por Bárcenas”, que consistía en un crédito prestado por el PP en 2000 tras haber sufrido un atentado de ETA que le destrozó su casa en Madrid. Esta admisión constituye un serio contra discurso con respecto a Cospedal, a quien le piden ahora una nueva explicación en función de las palabras de García Escudero, y que utilizará el nuevo argumento denominado “NEGACIÓN A MEDIAS o NEGACIÓN CON EXCEPCIÓN”
En consonancia con Cospedal, los barones del PP saldrán todos a una (Como en Fuenteovejuna, pero con un argumento distinto) y, oponiéndose al contra discurso de la admisión de un pago, negarán la existencia de estos papeles. (NEGACIÓN)
Aquí se pondrá fin al mes de Enero, con la publicación de estas cuentas secretas, que han provocado la indignación de los miembros del Partido Popular, así como de la oposición y de la ciudadanía. Gracias a una visión amplia del recorrido argumentativo de este primer mes, podríamos observar tres fases distintas, correspondientes a las tres últimas semanas del mes, en las que predominan esta serie de argumentos:
1) Negación de las informaciones publicadas (5 ocasiones)
2) Intervenciones discursivas que implican Heurística Q de Levinson (Lo que no se dice, no se da) (5 ocasiones)
3) B es particular; B NO PP (3 ocasiones)
4) Acciones: Amenazas de castigos a comportamientos reprochables (2 ocasiones)
5) Negación CON EXCEPCIÓN (1 ocasión)
En el próximo artículo proseguiremos con el análisis de mes de febrero y continuaremos analizando hacia qué dirección tenderán los argumentos que Bárcenas y el Partido Popular, con el fin de poder comprender, por un lado, qué es lo que está sucediendo en nuestro entorno político y, por otro, de qué manera se sirven del lenguaje para conseguir uno u otro objetivo.
Tomás Corcoles Molina
Rescatando el lenguaje
22/05/2012
Es incuestionable el hecho de que el ser humano en su concepción del mundo tiende a sobrevalorar aquellos elementos que se encuentran arriba-delante frente los de abajo–detrás. En este ámbito, podemos asegurar que ejerce sobre nosotros una fuerza cognitiva mediante la cual juzgamos sucesos experimentales que, asimismo, canalizamos y sistematizamos en el lenguaje a partir del empleo de procesos metafóricos.
Este hecho nos conduce a considerar que el lenguaje usual sufre pequeñas carencias cubiertas por usos metafóricos. Esto es lo que le ha sucedido al término rescate, el cual actualmente, posee una orientación metafórica que actúa paralelamente con su significado literal.
No obstante, no debemos interpretar concepto metafórico como la sustitución de un signo por otro con el propósito de designar una realidad, sino como el trasvase de unas propiedades semánticas afines con un signo, así como unos rasgos dispares entre lo dicho -valor convencional o de vinculación semántica- y lo que realmente comunicamos -valor contextual o correspondiente al campo pragmático-. Así, si rescate se define como “Recobrar por precio o por fuerza lo que el enemigo ha cogido, y, por extensión, cualquier cosa que pasó a mano ajena” (DRAE) observamos cómo al ubicarla en expresiones del tipo: “Culmina con éxito el rescate de los mineros peruanos” o “El presidente del Banco Mundial dice que ni España ni Italia necesitarán un rescate” (ABC y El País, respectivamente) el término adquiere un carácter distinto al convencional. De este modo, en el primer caso le asignaríamos el significado literal, mientras que en el segundo, constituiría una base experimental -o concepto metafórico- en la que rescate se plantea desde una perspectiva económica, es decir, a partir de nuestra experiencia cognitiva de intervención económica, se puede concebir metafóricamente como una entidad por medio del nombre rescate. Así, el término rescate en situaciones como: “El presidente del Banco Mundial dice que ni España ni Italia necesitarán un rescate” o “El escepticismo y la batalla política se adueñan de Grecia tras el rescate” (El País) se redefiniría del siguiente modo: proveer las ayudas necesarias para extraer a un país de la situación deficitaria. Por ello, podemos describir rescate del modo que indicamos (Figura 1): un sujeto (A) circunscrito en un marco de peligro -que refleja el punto abajo-debilidad de la escala vertical- y, por tanto, necesita la intervención de un sujeto (B) -que se inserta como el punto arriba-estabilidad de la misma escala-. De este modo, en el caso que planteamos, el rescatado se encuentra en una situación de coyuntura económica, en la que por la acumulación de diversos factores, la economía está orientada hacia su deterioro o estancamiento. Así, la disposición negativa de estos elementos o factores, restringe y condiciona el marco espacial del rescatado y, como consecuencia, pierde la fuerza de autoridad y autodeterminación -en otros términos, el sujeto (A) quedará, como observaremos, subordinado al sujeto (B)-. Por otro lado, el rescatador se caracteriza por disponer tanto de la intención -que en muchas ocasiones se relaciona con el interés de extraer un beneficio-, como de los medios pertinentes para ejecutar el rescate. Asimismo, es conveniente señalar que dicha acción se desarrolla sobre un eje temporal en el que, el sujeto (A) -que parte desde una posición de divergencia respecto al sujeto (B)-, abandona su posición tras la intervención -o acción de rescate– del sujeto (B), desplazándose y ocupando así, un espacio compartido (AB). Véase el desarrollo en el eje temporal representado en la Figura 1:
De este modo, podemos pormenorizar la representación del concepto metafórico del siguiente modo: sujeto (A) corresponde al país u objeto en peligro -por ejemplo, un país europeo del Sur de Europa-, el marco de riesgo es producto de la situación deficitaria económica -por ejemplo, la consecuencia de una burbuja especulativa- y el rescatador quedaría perfilado como la entidad que proporciona y regula los medios óptimos para llevar a cabo la intervención -por ejemplo, el famoso fondo de rescate europeo-. Por último, el eje temporal determina las etapas del rescate y las medidas para alcanzar la recuperación económica -en este caso, pondremos como ejemplo las pautas exigidas a un país, así como las medidas de ajuste o recorte-. Sin embargo, es pertinente destacar que, actualmente, la última etapa representada en nuestra ilustración lingüística de rescate, en la que el sujeto (A) se traslada desde un punto asimétrico hacia uno simétrico -recordemos la divergencia escalar expuesta: arriba-estabilidad frente abajo-debilidad- en el que se desenvuelve una fuerte vinculación entre ambos sujetos (AB) al compartir una situación de no-peligro, simplemente se concibe como una mera utopía que, por diversas razones o factores, difícilmente se podrá llevar a término.
En este ámbito, la vinculación entre el sentido semántico y el pragmático o, con otras palabras, los valores convencionales y los contextuales, quedarían plenamente determinados mediante la integración de la base experimental del concepto metafórico. Según esto, el término rescate engloba unas propiedades intrínsecas que perfilan su sentido. Por tanto, la delineación quedaría establecida a partir de enunciados como: “España, frente al fantasma del rescate” (Las Provincias) –rescate implica peligro-, “El BCE pide rescatar a toda la banca española”(Levante) –rescate implica protección al país en situación de riesgo-,“El rescate de España rondaría el medio billón de euros”(Expansión) -rescate implica valoración económica– y ésta, a su vez, denota un efecto negativo sobre el rescatado “«El rescate resta credibilidad» a Rajoy” (lne). Por consiguiente, el hecho de considerar rescate como un concepto metafórico nos permite corporeizar nuestras experiencias, ubicarlas en un contexto, categorizarlas, cuantificarlas, observarlas como una causa-efecto, actuar al respecto y, por ello, comprenderlas. Es evidente que a partir de esta base experimental la mente metaforiza determinados sucesos o acontecimientos abstractos de nuestra vida cotidiana otorgándole un soporte físico, es decir, el ser humano tiende a la asignación de unas propiedades que, como vemos, no son inherentes a su significado literal.
Tras lo delineado, asimismo, debemos reparar en la reciente extensión semántica del término y su fosilización en el lenguaje convencional. De modo que si consultamos el banco de datos del CREA de la Real Academia Española,advertiremos que su aparición aproximada con el sentido perfilado está fechado el 16 de febrero del año 2003 (El País, negocios, prensa).
En síntesis, respecto a nuestro planteamiento de extensión semántica del término rescate hacia un mayor dominio pragmático, podemos sostener que la elección del lenguaje figurado viene motivado por el propósito de transmitir al interlocutor un pensamiento abstracto o complicado de exponer con otros términos; es decir, el hablante emplea el lenguaje figurado en un contexto determinado porque cree que con éste logrará una comunicación eficiente así como el efecto buscado. Por tanto, al emplear el término rescate no debemos desarticular el sentido literal del contextual, sino aunarlo de modo que ambos actúen como un complemento sólido del que se sirve el hablante en su acto comunicativo.
Silvia Company de Castro
Una reforma vale más que mil palabras
20/05/2012
Adentrarse en la actualidad y analizar el lenguaje de la crisis supone realizar un estudio del término reforma y sus derivados, tan presentes en los medios de comunicación, tales como reformas, reforma laboral, reforma universitaria, reforma sanitaria, reforma estructural, o estructuras del tipo reforma + CN.
El DRAE define “reforma” como “aquello que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en algo”. Se puede ver cómo el factor de mejora está incluido en la definición. No obstante, las noticias publicadas en varios periódicos durante los últimos tres meses muestran que la fuerte influencia del lenguaje en uso origina la aparición de fuerzas argumentativas y nuevos valores distintos al significado base de las expresiones con “reforma”.
¿Qué proceso ha permitido el desarrollo de esta situación en el marco de la crisis socioeconómica actual?: Metaforización es la respuesta. Este fenómeno facilita la expresión de aquellas ideas excesivamente abstractas que conforman nuestro lenguaje diario. Por tanto, “reforma” surge mediante la adición de la partícula re-(que significa repetición) a un elemento léxico ya existente, “forma” (que significa “configuración externa de algo”). Se une a la palabra “forma” una estructura abstracta, compuesta por distintos ámbitos: economía, sanidad, educación, leyes penales, administración, etc. Así pues, se trata de establecer de nuevo(re-) la configuración de dicha estructura y, de esta manera, se proyecta una realidad concreta (la forma), sobre una realidad abstracta (la estructura), cuyo punto de unión es “algo” (forma de algo/estructura de algo, del país).
La metáfora propicia el desarrollo de un proceso en tres fases. La primera de ellas presenta la forma previa (en adelante, forma 1), equivalente a la situación en la que se encuentra el país en un momento dado. Una segunda fase muestra el desarrollo y aplicación de las reformas, y por tanto, el cambio de dicha situación previa a una posterior (paso de forma 1 a forma 2). Esta fase coincide con el desarrollo de las valoraciones y las fuerzas argumentativas. La tercera es la que da por terminado el proceso y manifiesta las consecuencias tras la aplicación de las medidas (esto ya será forma 2). Esta forma 2 se corresponde al asentamiento final de nuevos valores estrechamente ligados con la argumentación. Para poder analizar mejor los contextos encontrados, ha sido conveniente unificar los tipos de reforma arriba citados y centrarse en uno solo: “reforma laboral”.
-Primera fase: paro, desempleo, situación previa (forma 1)
La situación previa está en un marco de crisis socioeconómica que abarca distintos países europeos. El empleo, más que crearse, se destruye: La titular de Empleo ha señalado que la reforma laboral servirá «a corto plazo» para que no se siga destruyendo empleo (…)»Es una reforma a la altura de la situación que tenemos», ha añadido. (Expansión). La forma 1 se compone de elementos negativos equivalentes a esta situación previa (durante los meses de diciembre de 2011 y enero del 2012). Al hablar de “reforma laboral” junto a expresiones del tipo “insuficiencia presupuestaria”, “crisis”, “retraso”, “paro” o “destrucción” (con un valor negativo codificado), se transmite una fuerza argumentativa que se crea y crece gradualmente: cuantas más expresiones como estas se unan a “reforma laboral”, más fuerza tendrá: “Trabajo argumenta las bondades de la reforma laboral con una ‘foto’ de la situación actual de España, donde se han destruido la mitad de los empleos de Europa durante la crisis, y con una lista de algunas de las medidas emprendidas para arreglar la situación.”(El Mundo). Por tanto, la primera fase se caracteriza por mostrar una forma 1 con una situación previa, y el desarrollo simultáneo de la adquisición de ciertos valores argumentativos en la expresión. Sigue la línea de la mejora y solución (DRAE), pero no una adquisición de valores orientados a la negatividad, pues no es “reforma laboral” la que se describe con este valor (todavía), sino la situación que propicia su uso.
–Segunda fase: aplicación de reformas (forma 1 da paso a forma 2)
Tras esta idea se produce el paso de la forma 1 a la forma 2: este es el momento de aplicación de las reformas, pero también es el punto en el que se desarrollan matices que previamente no estaban en la expresión. El hablante en el discurso se encarga de mostrar la “reforma laboral” como una solución, cosa que hace al receptor concebirla como necesaria. Por tanto, se produce una bifurcación de sentidos a partir de esta necesidad, que funciona como base argumentativa en los discursos (en retórica, el garante). Por un lado, un sentido positivo que surge a partir de la aceptación del garante de necesidad en los argumentos: “Gereñu ha defendido que la reforma laboral es necesaria para poder salir de esta difícil situación (…); y en la misma línea: “El grupo parlamentario popular ha calificado la reforma laboral aprobada la semana pasada por el Gobierno central de ‘justa e imprescindible’»(El Mundo). Por otro lado, el rechazo hacia dicho garante propicia la aparición de valores negativos: “la reforma laboral es «injusta, ineficaz e inútil«(El País). Por tanto, esta segunda fase de aplicación de reformas también puede concebirse, lingüísticamente, como la causa que produce la bifurcación de sentidos en la expresión “reforma laboral”, y esto es así gracias a los procesos de argumentación en los discursos.
–Tercera fase: resultados de las reformas (forma 2)
Esta fase muestra las consecuencias, tanto en la aplicación de las reformas en la realidad, como en el plano lingüístico. Por ello, los resultados se expresan mediante la generalización de unas valoraciones positivas: “Más empleo, más derechos para los trabajadores, más conciliación, más estabilidad en el empleo, más flexibilidad interna, más oportunidades…”(El Mundo); o negativas: “Rajoy asume que la legislatura se saldará con la pérdida de otros 400.000 puestos de trabajo pese a la reforma laboral”. (El País). Esta fase equivale al punto más elevado en la adquisición de matices argumentativos y sentidos en reforma laboral (al menos de momento).
Vistos los distintos ejemplos, aquellos que estudiamos el lenguaje desde la pragmática contemplamos un cambio puramente discursivo, basado en el lenguaje en uso. Mediante la creación de una expresión a raíz de una metáfora, se ha podido iniciar la adquisición de unos valores nuevos. Es un proceso ordenado, en el que se siguen unas fases, y que curiosamente se desarrollan en paralelo a la aplicación real de las reformas. Aquellos que lo prefieran, pueden ir más allá del lenguaje y ver cómo este refleja, y en ocasiones anticipa, la propia realidad: “reformar” queda, en el contexto de la crisis, en un estado que, o sigue la línea de “mejora”, como en la definición original, o va hacia un sentido negativo. ¿Se impondrá el primer sentido, o más bien vencerá el segundo? El tiempo nos proporcionará la respuesta. Mientras tanto, será mejor quedarnos con la idea de que las reformas del país también pueden remodelar el lenguaje del día a día.
Shima Salameh Jiménez
Si acudimos a cualquier periódico, observaremos que el tema de la crisis arrastra una serie de nociones, ideas y acciones propias y especiales de esta mala situación económica. Entre ellas encontraremos la del tijeretazo, recorte o ajuste que se está aplicando en varios ámbitos: educación, sanidad… Pero, ¿qué se quiere decir realmente cuando hablamos de tijeretazo, recorte o ajuste? ¿Se emplean como sinónimos o su relación va más allá de una relación de sinonimia? Esta pregunta la intentaremos contestar a lo largo de este artículo.
En el DRAE se define tijeretazo como: Corte hecho de un golpe con las tijeras. No obstante, con la crisis económica de 1984, el término adquirió un nuevo sentido que permite que haga referencia a los recortes presupuestarios: se acudió a una experiencia material conocida para dar nombre a un acontecimiento abstracto; es decir, con este nuevo sentido, tijeretazo pasó, en ese contexto, a ser una metáfora ontológica a la que se ha recurrido cuando ha habido una crisis (Lakoff):
“Italia está empezando a subir una dura cuesta de su recuperación económica, pero se trata de una operación que acabará abortando si no se obtiene una estabilidad monetaria a través de un drástico tijeretazo al gasto público […]” EL PAÍS 02/04/1984.
En este caso, tijeretazo está reforzado por un adjetivo que le otorga connotaciones más negativas, pues todavía no se encuentran en sus rasgos semánticos, de modo que se hace obligatoria la inclusión del modificador para dotarlo de más fuerza que al otro término que se puede utilizar para hacer la misma referencia, recortes (ver la entrada referente a recortes). En 1995, se utiliza tijeretazo:
[…]Una parte puede salir del pago de los intereses de la deuda y otra del recorte de subvenciones a empresas públicas. Pero el resto, de un ‘tijeretazo’ a las prestaciones sociales.”(El mundo, 15/12/1995)
Sin embargo, todavía no está marcado por una carga tan negativa, pues en esa división en tres secciones que se hace del pago de una deuda, hay una clara equiparación entre la parte que se recogerá gracias a unos “recortes” y la recogida gracias al “‘tijeretazo’”. En la actualidad, un aumento en la frecuencia de su uso, ha creado bajo la palabra tijeretazo el topos gradual (Anscombre y Ducrot) ‘cuanto más crisis, más tijeretazo’: “Tijeretazo en plena crisis” (ABC 5/4/2012); “La consejera afirma que la crisis obliga al ‘tijeretazo’” (El País 15/2/2012). Además, pasa a estar claramente marcado con un valor negativo superior al que le otorgamos al término recortes; por tanto, ha habido una reducción en su extensión porque se ha añadido un rasgo extra, por lo que no va a poder hacer referencia a todos los recortes, sino a aquellos cuantitativamente más grandes o peor considerados, dejando de esta forma el terreno más acotado: “Alarte plantea recortar 587 millones sin tijeretazo y sin gravar la gasolina” (El País 20/1/2012) “El Consell contempla más recortes tras el tijeretazo de Año Nuevo” (El País 3/1/2012) “Olano pide ‘prudencia’ para valorar el impacto de los recortes del ‘tijeretazo’” (El Mundo 1/6/2010). Con estos ejemplos podemos observar que el recorte no implica el tijeretazo “[…] recortar […] sin tijeretazo […]” pero tijeretazo sí que implica el recorte, es decir, es un término que arrastra a los que están por debajo en su escala:“[…] recortes tras el tijeretazo […]” o “[…] recortes del tijeretazo”. Incluso podríamos incluir otro elemento: ajustes.
El hecho de haber recurrido a un análisis de los usos en los que aparece este término, para después compararlos con aquellos en los que se utilizan recortes y ajustes, nos permiten concluir que la ordenación escalar actual de los tres términos es la siguiente:
Tijeretazo————————- recorte————————— ajuste
+ –
Si establecemos que tijeretazo es más fuerte que recortes, con este ejemplo podremos determinar que ajustes es más débil que recorte: “Cospedal contesta: «No hay recorte, es ajuste para salvar servicios sociales»( El País 1/1/2012), o “La Junta insiste en que no hay recortes, sino ajustes por culpa del Gobierno”( El Mundo 29/9/2011).
Para completar estas ideas, podemos fijarnos en los elementos que introducen estos conceptos y notaremos que las preposiciones y las conjunciones, tanto sin como tras, del o sino tienen gran importancia a la hora de situar a los tres elementos en orden: “Alarte plantea recortar 587 millones sin tijeretazo y sin gravar la gasolina” (El País 20/1/2012), se excluye el tijeretazo pero sí se deja el recorte lo que implica que este es más débil: ‘no hay tijeretazo pero sí recortes’. En “El Consell contempla más recortes tras el tijeretazo de Año Nuevo”(El País 3/1/2012) se dice que ‘el recorte será más suave después del tijeretazo que se ha aplicado’. En “Olano pide ‘prudencia’ para valorar el impacto de los recortes del ‘tijeretazo’” se incluye el recorte en el tijeretazo, es decir, ‘que haya habido un tijeretazo implica también que el recorte se ha dado. “La Junta insiste en que no hay recortes, sino ajustes por culpa del Gobierno” en el elemento negativo es el recorte y el positivo el ajuste.
En definitiva, la extensión de significado que ha sufrido el término tijeretazo ha posibilitado que se encuentre en la parte superior de una escala en la que los elementos se organizan según su nivel de negatividad.
Rosa Romero-Nieva Mahiques
De «empresarios» a «emprendedores»
08/02/2012
El DRAE define «empresario» como «titular o propietario de una industria, negocio o empresa», mientras que «emprendedor» se define como «que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas». Queda claro que se trata de dos conceptos distintos y que se puede ser empresario sin ser necesariamente emprendedor y que, paralelamente, se puede ser emprendedor sin poseer industria, negocio o empresa algunas. Sin embargo, es cada vez más frecuente la sustitución del primer término por el segundo, de modo que el propietario de alguna de las entidades arriba mencionadas se inviste de un carácter resolutivo, y la gestión cotidiana de una panadería o de un almacén de contrachapados se convierte en una acción dificultosa o azarosa. Así, en el uso de los medios de comunicación se habla del «espíritu emprendedor», de las «actitudes emprendedoras», del «día del emprendedor» o, directamente, de «emprendedores» en contextos en los que se podría hablar de «empresarios». Se produce así un transvase de las cualidades positivas de la emprendeduría, por seguir un neologismo de moda, a todo un grupo social.
Que esta es una innovación reciente lo demuestra el que, en una búsqueda realizada en el corpus CREA de la Real Academia para todos los documentos publicados en España entre 2000 y 2004 en la sección de «Periódicos, Comercio y Finanzas», solo se hayan encontrado seis ejemplos y, de ellos, cuatro estén ligados al sustantivo «espíritu». La extensión de la que estamos hablando parece, pues, posterior a esta fecha.
¿Cómo se puede interpretar este aumento en el significado, de adjetivo a sustantivo, por un lado, y complemento de muy pocos sustantivos a su ampliación de contextos, por el otro? Creo sinceramente que lo que este cambio indica es el deseo de proponer la actividad empresarial como modelo.
Es instructivo saber qué modelos positivos y qué modelos negativos se nos propone desde este tipo de cambios porque, uniendo ambas informaciones, podremos imaginar cuál es el mundo que se nos plantea. Pero no olvidemos que esto es un juego retórico y que la Retórica consiste en poner encima de la mesa un estado de cosas y proponerlo como la verdad, que asumirá rango de certeza a no ser que alguien la cuestione. De nosotros depende…
Salvador Pons Bordería