Refugiados: de la tragedia al problema
12/09/2016
En el este post nos proponemos comprobar si existe realmente un posible significado nuevo en el uso del término refugiados dependiendo del entorno en que se encuentre. El uso de dicha palabra ha aumentado considerablemente en estos últimos años debido, fundamentalmente, a la llegada masiva de los mismos al continente europeo. La importancia que adquieren para nosotros se relaciona constantemente con los efectos producidos por la crisis, como el aumento de paro o la reintegración de las personas con menos recursos en la sociedad. Ambos hechos se aplicarían directamente a los refugiados y, si a ellos sumamos los ciudadanos que se encuentran en esta situación, el resultado es un aumento de las tensiones tanto política como socialmente, hecho que se refleja lingüísticamente.
Para empezar, el Diccionario de la Real Academia Española define este término con una sola acepción: “Persona que, a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas se ve obligada a buscar refugio fuera de su país”. El diccionario CLAVE tampoco varía mucho su definición: “Persona que busca refugio fuera de su país de origen, generalmente porque huye de una guerra, de una catástrofe o de una persecución política”; aunque en este caso, remarca que se trata de un sustantivo diferente al de exiliado (“expulsado de su país de origen, generalmente por motivos políticos”).
En cuanto a la metodología, hemos realizado un trabajo de investigación partiendo de la hipótesis de que sí ha habido un cambio en la connotación de la palabra. Dicho trabajo ha consistido en analizar un 10% del total de los casos relacionados con la palabra refugiados a los que nos ha remitido el buscador del periódico El Mundo entre los años 2013 y 2015 y, dentro de estos, un 10% de cada año indicado, lo que nos dio un total de 289 casos. Para facilitar el manejo de la información, hemos dividido los casos en semestres. Una vez establecidos los parámetros de la investigación, se han establecido las dos posibles connotaciones que podía adquirir la palabra dependiendo del contexto en el que hallaba:
- Visión solidaria: la palabra aparece unida a un vocabulario relacionado con los sentimientos de lástima, cuidado o protección hacia los refugiados. Por ejemplo: “Muchos de ellos no han podido desayunar esta mañana porque sus padres no han podido permitírselo: son los refugiados que la guerra civil siria ha abandonado en la cuneta”. [http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/18/internacional/1361177335.html].
En este apartado se han incluido, además, los casos en los que el significado era neutro, es decir, en los que se relacionaba con una cifra o un dato estadístico. Por ejemplo: “La resolución se someterá a votación en las próximas horas y será la primera sobre Siria desde el inicio de una guerra civil que se ha cobrado más de 100.000 muertos y ha generado unos cinco millones de refugiados en la región”. [http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/27/internacional/1380238965.html].
- Visión problemática o negativa: la palabra aparece emparejada al sentido de “problema político, económico y social” o, simplemente, se equipara a los refugiados con un obstáculo o inconveniente. Por ejemplo: “El número creciente de desplazados internos y de refugiados en el exterior está creando una mayor demanda de necesidades en todos los sectores, y está presionando las capacidades de los países vecinos, con consecuencias de dimensión regional”. [http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/26/52bc568b268e3ed85a8b457a.html].
En el primer caso predomina una connotación de amparo o lástima hacia los refugiados; mientras que en el último, prevalece la importancia que tendrán las consecuencias de aceptar a un gran número de refugiados, dicho de otra forma, se le da mayor relevancia a los problemas económicos y sociales que ocasionarán en vez de a sus bajas condiciones de vida.
Después de analizar el corpus y centrarnos básicamente en los casos donde la visión era problemática, los resultados cuantitativos fueron los siguientes:
Por una parte, en la primera gráfica, encontramos los casos relacionados con la palabra refugiados a los que nos remite el buscador de El Mundo. Como podemos ver, hasta el primer semestre de 2015 el aumento de casos en los que aparece es relativamente lineal, mientras que en el último semestre se produce un pico en el número de casos en los que aparece la palabra. Este aumento se corresponde con los meses inmediatamente posteriores a la tragedia de Lampedusa y con la posterior presión de los refugiados, por lo que se convirtió en un problema muy analizado en la prensa y la televisión.
Por otra parte, en la segunda gráfica, se observa el número de casos en los que aparece la visión problemática (casos negativos en la gráfica). Como podemos comprobar, hay un aumento en el número de casos con dicha visión: frente a los 7 casos de 22 (31’8%) que tenemos en el primer semestre, en el último obtuvimos 38 de 85, un 44’7 %; es decir, vemos en tan solo dos años un incremento de casi el 15% de casos cuya visión de la palabra refugiados adquiere el significado de ‘algo problemático’ en contraposición con la definición del DRAE propuesta al principio del post.
Igualmente, cabe decir que el sentido negativo solo se da en el caso de que la palabra aparezca en concordancia en plural y, más concretamente, en su valor colectivo. Si la palabra refugiado se presenta en singular o haciendo referencia a un caso en particular, nunca poseerá el significado relacionado con “problema”. Por ejemplo, en:
con aspecto abatido y confiando todo su entendimiento a su traductor, Ossamah Abdul Mohsen, el refugiado sirio acogido en España después de sufrir una agresión de una periodista en la frontera entre Serbia y Hungría, ha denunciado hoy las “trabas imposibles” que el Gobierno español le pone para reagrupar a su familia y el incumplimiento de la promesa gubernamental de la concesión de su estatus de asilado con protección internacional tras lograr huir de la guerra en Siria. [http://www.elmundo.es/sociedad/2015/12/18/5673da69268e3e586d8b4646.html].
resultaría muy complicado (o al menos extraño) que en este caso el significado de “refugiado sirio acogido en España” adquiriera un sentido de problema social y económico. Y, lo mismo sucede si hablamos de los casos en los que el sustantivo concuerda en femenino (género marcado) o en los que estamos tratando un caso en particular: “Unos 30 refugiados de la guerra de Siria, entre ellos 15 menores, han llegado hoy al puerto de Málaga procedentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, saturado tras los últimos saltos de la valla”.[http://www.elmundo.es/andalucia/2014/04/04/533e8c5722601d7b1b8b4575.html]. Estos casos, resultan más llamativos aún si los comparamos con el significado de refugiados con valor de presión política y social: “La crisis generada por la masiva llegada de refugiados a Alemania ha provocado la reacción del gobierno alemán en todos los ámbitos”. [http://www.elmundo.es/internacional/2015/10/23/562a6696268e3e35438b45ca.html].
Por último, es preciso señalar que en la mayoría de ocasiones el artículo analizado ha hecho referencia a los refugiados procedentes de Siria. Es más, hemos podido comprobar que cuanto más se acercaban estos a los países europeos, más aumentaban los casos cuyo significado tenía una connotación negativa. De hecho, en la gráfica 1 vemos como en los dos primeros semestres la subida es muy ligera, lo que se relaciona con el hecho de que en 2013 la mayoría de refugiados se encontraban en los países del este. En 2014 estos comienzan a presionar las fronteras con Europa ya sea por tierra o por mar, por lo que hallamos un aumento más fuerte en el número de artículos que tratan este tema. Y, por último, en 2015, la presión que ejercen se convierte en un problema para Europa, al que hay que sumar las tragedias como la de Lampedusa. Esto nos indica que, posiblemente, en los últimos tiempos se está dando más importancia al problema que ocasiona la llegada masiva de refugiados, sobre todo desde el punto de vista europeo, que a la situación crítica en la que estos se encuentran.
En conclusión, después de haber realizado esta investigación podemos decir que todo parece apuntar a que hay una nueva connotación para el término refugiados, que está apareciendo en unos entornos en los que antes no se daba. No siempre usamos y entendemos esta palabra tal y como aparece definida en el diccionario, le atribuimos un significado diferente en relación al entorno en el que aparece. Sin embargo, en este trabajo hemos dejado de lado un factor determinante en el uso de esta palabra: el hablante. Esto último es lo que trataremos en otro post, al que podemos llegar pinchando aquí.
Quiteria Martínez Olcina
Podemitas: un arma de doble filo
12/09/2016
Se preguntaba Álex Grijelmo en un artículo publicado en El País (“Podemitas o podemistas”, El País, 11/10/2015) el porqué del término podemita para referirse a las personas afines a Podemos, en lugar de emplear «podemista”, como cabría haber esperado por analogía con otros partidos, como el socialista (no “socialita”). A este respecto, señalaba el periodista que “el sufijo -ista refleja que alguien está a favor de una idea o una persona, mientras que -ita nos sugiere una relación religiosa”, de modo que con este término se nos estaría presentando a Podemos como “una nueva desviación de la fe verdadera”, en lugar de nombrar a un grupo de personas cuya ideología concuerda con la de un partido. Así pues, nuestro estudio va a intentar ser la crónica de una palabra polémica, tratando de mostrar desde cuándo, cómo y por qué ha entrado en el terreno político este término, casi impredecible lingüísticamente.
El corpus del que disponemos incluye todas las referencias del término podemita desde su aparición en la prensa escrita española más importante (El País, Eldiario.es, Público, El Mundo, La Razón y ABC). La primera vez que en él encontramos la palabra podemita para referirse al partido Podemos es en el diario ABC a finales del mes de enero de 2015, en un artículo escrito por Isabel San Sebastián:
[…] los comicios que dependen de ella y ganarlos antes de que su electorado olvide la propuesta «podemita» de someter a votación la Semana Santa de Sevilla, aprovechando la debilidad de un PP lastrado por un líder local mal escogido […] (“¿Quo vadis, Pedro?”, ABC, 22/01/2015).
Como podemos observar, se utiliza entrecomillado y como una mera alusión al grupo político Podemos, pues habría ocurrido de un modo similar con una propuesta del PSOE (“socialista”).
Del mismo modo, un mes después el periódico La Razón lo incorpora a su léxico:
Por si todo lo anterior fallara, por si ni siquiera las agresivas subidas de impuestos y la abrasiva inflación consiguieran cubrir la totalidad del hipertrofiado gasto público «podemita», el partido de izquierdas liderado por Pablo Iglesias sugiere reestructurar la deuda pública española […] (Juan Ramón Rallo, “Las 10 píldoras envenenadas de Podemos: La ruina de su programa económico”, La Razón, 22/02/2015).
Por su parte, el diario El País no hace uso de podemita hasta bien entrado el mes de junio:
Ya verán cómo a medida que se aproximen las elecciones los sectores laterales irán abandonando sus chalupas para subirse al buque podemita […] (Fernando Vallespín, “El núcleo irradiador”, El País, 25/06/2015).
No obstante, la palabra, que hasta ese momento había sido empleada como un adjetivo calificativo que aludía simplemente a los partidarios de Podemos, sufre una variación de significado, pues aparece por primera vez en un contexto marcadamente despectivo. Es el alcalde del PP de Villares de Saz (Cuenca) José Luis Valladolid Lucas el que, a través de su cuenta de Facebook, genera una polémica que recogen todos los medios de comunicación, pues señala en alusión a Cristina Maestre -portavoz del PSOE en Castilla-La Mancha-:
Qué dice esta puta barata podemita, hipócritas (Facebook).
A partir de este momento la palabra cobrará un impulso mayor, esto es, aumentará cuantitativamente el número de casos del empleo de podemita debido a la citada polémica, pero no en todos los periódicos se empleará del mismo modo. En cualquier caso, asistiremos a la paulatina normalización de su uso como referente del grupo Podemos.
Si bien el diario Público solo recoge la palabra podemita en cuatro ocasiones -todas ellas citas, de las cuales tres son en alusión a la noticia del alcalde de la localidad conquense-, el periódico El Mundo es uno de los casos en los que este término ha ido cobrando fuerza, sobre todo a raíz de la citada polémica. De este modo, observamos numerosos ejemplos donde la palabra parece experimentar lo que diagnosticaba Grijelmo en su artículo; esto es, comienza a definir más a un grupo con unas mismas creencias religiosas que políticas:
Pero si menciono el Senado, es por porque pese a su imagen de mausoleo, está siendo el primer puerto de llegada podemita a la política nacional […] (Gari Durán, “Prometo”, El Mundo, 23/07/2015)
Alberto Jarabo, Laura Camargo y el resto de diputados podemitas tienen en este caso la oportunidad de demostrar si asumen los vicios de la vieja casta o si por al contrario apuestan de verdad por la regeneración política […] (Tomàs Bordoy, “Adalides del enchufismo”, El Mundo, 16/08/2015)
Incluso la presentadora del acto, la periodista Lola Bañón, va de siete en la lista a propuesta podemita […] (El Mundo, 20/11/2015)
[…] a nadie podría molestar si su programación no fuera parte de la gran escenografía municipal perpetrada por el organismo podemita (Emilia Landaluce, “Esa oficina donde trabajo como tonta”, El Mundo, 26/12/2015).
Ahora bien, el diario ABC -el que más usa este término según los datos de nuestro corpus- es el periódico que plasma con mayor claridad este sentido de “relación religiosa” entre los dirigentes y los partidarios de Podemos que otorga el uso del sufijo -ita para referirse a ellos. Lo vemos reflejado en los siguientes casos, donde el término podemita aparece junto con otros que subliminalmente nos conducen a dicho significado de grupo religioso, y no político:
Mientras las facultades de Ciencias Políticas están atiborradas de podemitas seguidores de Iglesias Turrión […] (Ramón Pérez-Maura, “Un poquito de teoría, por favor”, ABC, 28/07/2015)
[…] y es, precisamente eso, esconder, a la voz de su amo podemita, la verdad bajo el barniz de una cierta conveniencia […] (María Luisa Soriano Martín, “La Langue de bois” (La lengua de madera”, ABC, 05/08/2015)
Así pues, en un principio aparecía en contextos donde estaba desprovisto de cualquier significado que no fuese el de “los de Podemos” (“propuesta podemita”, “gasto público podemita”), de forma que era un adjetivo calificativo que iba a unido a conceptos propios del debate político. Pero, paulatinamente, ha ido convirtiéndose en un término marcado connotativamente -ha pasado a ser un adjetivo relacional-.
Para clarificar esta evolución, la siguiente tabla puede servir como muestra, dado que pone de manifiesto dicha variación en los contextos en que ha ido apareciendo la palabra podemita (en el primer bloque figuran los calificativos; en el segundo, los relacionales):
alcaldesa edil objetivo barba izquierda régimen bancada formación oferta caudillo (radical) relaciones buque filas plataforma chiringuitos jerga remedio candidata gobierno política correligionarios leviatán revolución círculo ideología portavoz corte Madrid se despierta confluencia iniciativa propuesta desguace maximalismo seno deriva líder representante empujón muchachada ‘soflamas diputado lista socios hacerse (más) parecer un libertarias’ dirigente marea vértice injuria populismo titiriteros documento marca vicepresidenta inocencia puta barata (polémica) tsunami
podemita
del populismo griego hipócrita
Grijelmo apuntaba en su artículo lo que ocurre “hoy al vincular jesuita con otras derivas igualmente poco gratas para el catolicismo: ismaelita […]”; y esto es lo que también le puede estar ocurriendo al vocablo podemita (“universo podemita”, “se despierta podemita”), que parece hacer referencia a una forma de vida (como la fe) en lugar de una ideología política, como vemos en el proceso que hemos desarrollado. Ahora bien, la pregunta es si este término será sustituido por el lingüísticamente lógico (“podemistas”) y pasará a formar parte de los otros con los que nos referimos al resto de partidos (“sociatas”, “peperos”) o si, por el contrario, quedará fijado como el referente del grupo Podemos. Pero eso solo lo sabremos con la perspectiva que da el tiempo.
Como se veía en una entrada anterior , Endesa y El Corte Inglés ofrecían al consumidor un premio por el esfuerzo que había realizado, recompensa que se transformaba en rebajas por parte de El Corte Inglés y en energía por Endesa. Estos diálogos eran propios de un contexto de supuesta recuperación de crisis económica. La pregunta que se lanzaba en esa primera entrada era que qué habría pasado con estas narrativas publicitarias en tiempo de crisis. Con esta segunda, se pretende hacer un análisis contrastivo, remontándose justo al principio de la crisis económica, esto es, el periodo 2008-2009, para ver qué es lo que ha cambiado.
Se han escogido estas empresas porque demuestran una dialéctica que propicia un estudio sobre el antes y el después de una crisis que en un primer momento solo fue financiera. Resulta realmente llamativo que, como se apreciará más adelante, los anuncios de 2009 de Endesa y El Corte Inglés fuesen la antesala a sus spots de 2015. Lo que se planteaba como reto, mejora y desafío en un primer momento, en 2015 cristalizará como recuperación y recompensa por un esfuerzo.
El anuncio de 2009 de Endesa lleva por lema Hacia una nueva conciencia: para los hijos de tus hijos. Resulta sugerente que la narración del spot la sostengan niños argumentando que hay que cambiar las cosas:
“Es tiempo de que nos sentemos a hablar del mundo que queremos para ellos.
Sin exagerar que todo tiempo pasado fue mejor, ¡No me lo creo!”
[…]
“Vamos a tener que reinventarlo todo:
[…]
Y, sobre todo, la energía que mueva todo esto.
Volver a transformar las chisteras en conejos.
Y las empresas en desafíos.
No va a ser fácil, pero, ¿acaso hay algo más impresionante que cambiar el mundo?”
En este spot se muestran una serie de cosas que lo caracterizan:
Se expone de manera rotunda que se ha exagerado la realidad, puesto que no es cierto que “todo tiempo pasado fue mejor”. Lo exagerado implica que se dice que la situación que se está proyectando es hiperbólica y, por tanto, no resulta tan mala, porque no es así. No habría que argumentar que se está dentro de una crisis, sino que se vive igual de bien que en tiempos pasados (donde no la había). No obstante, no deja de haber implícito que exagerar la realidad:
a) Suele decirse cuando se cree estar viviendo un momento complicado,
b) y las circunstancias en las que se vive puede que sean peores que las del pasado.
En segundo lugar, dentro de esa realidad se especifica una primera persona del plural en la que quedan hermanados la empresa y los clientes: se necesita ese nosotros-juntos. Por tanto, el mensaje que lanza la compañía es realmente positivo. Quiere hacer grupo con todo el mundo para reinventarlo todo. Reinventar significa que hay que buscar nuevas formas de replantearse las cosas, reconstruir algo que no ha funcionado del todo.
Sin embargo, como se aprecia, hay que cambiar “las empresas por desafíos”. Las palabras empresa y desafiar tienen acepciones en el DRAE comunes:
Empresa: 1. f. Acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo.
Desafiar: 4. tr. Enfrentarse a las dificultades con decisión.
Se puede llegar a pensar en el juego que se hace desde la palabra empresa. En este caso, no parece que el lema se refiera a la compañía (esto es, empresa como entidad), sino que más bien se utiliza la primera acepción del DRAE para remarcar la relación con la palabra desafiar y de esa manera conseguir un mensaje distinto: Hay que enfrentarse a una dificultad con decisión, tomando un hipotético problema como un reto . Esa retórica hace que el desafío se tome como un estímulo positivo para mejorar las cosas, en este caso, cambiarlas.
Sin olvidar que la empresa es una eléctrica y, en relación con lo anterior, la palabra energía se carga de una serie de sentidos que en el DRAE se definen como:
1. f. Eficacia, poder, virtud para obrar.
2. f. Fís. Capacidad para realizar un trabajo. Se mide en julios. (Símb. E).
Cuando argumenta que hay que reinventar la energía, no se refiere a la que se mide en julios. Se está utilizando la primera de las acepciones para remarcar, nuevamente, que hay que cambiar las cosas. En concreto, “cambiar el mundo”.
Conclusión, la situación no era tan mala, no hay que exagerarla y lo que hay que hacer es equipo para reinventarla y enfrentarse a ella haciendo un esfuerzo: tomando todo esto como un reto.
En una entrada anterior se veía esta misma empresa con su spot en 2015, “para recompensar tu esfuerzo”, en esa campaña se muestra que se ha hecho un esfuerzo y hay que recompensarlo. Ese puede ser el esfuerzo que había que hacer en 2009 (“hay que reinventarlo todo”). La dificultad que entraña cambiar las cosas en un contexto de crisis grave se ve recompensada en 2015, puesto que se había anunciado que ya había acabado esta crisis.
Al contrario de lo que se decía en 2015, donde se veía que la energía era propiedad de la empresa, aquí en 2009 no se habla de que esta la da la empresa, aquí se muestra una energía mucho más abstracta que no se da, sino que se tiene. Es esa energía la que da la fuerza para cambiar las cosas. “No va a ser fácil”.
Por su parte, el anuncio de El Corte Inglés del año 2009 lanzaba una campaña muy interesante: por fin. Aparentemente, es un anuncio simple y sucinto, pero nada más lejos de la realidad. Patricia Conde realiza una enumeración extraña:
“Quiero lanzar un mensaje a los analistas de bolsa,
a los brokers
y a los expertos en economía.
A mi familia,
a mis amigas,
al índice Nikkei.
A mis vecinas,
a los que no os conozco
y a ti”
[…]
“por fin”.
El escalonamiento de términos relacionados entre sí mediante campos semánticos llega a ser realmente irónico, teniendo en cuenta la situación de aquel momento. No obstante, no deja de llamar la atención la profunda vinculación que tiene El Corte Inglés con el receptor, es como si toda la enumeración se dirigiera de manera personalizada “a ti”, “por fin”.
Parece que se proponen 3 campos semánticos:
Finanzas |
Analistas de bolsa |
Brókers |
Expertos en economía |
Índice Nikkei |
Allegados |
Familia |
Amigas |
Vecinas |
No allegados |
Desconocidos |
Receptor (a ti) |
Se involucra al receptor del anuncio de manera directa habiendo realizado una enumeración de términos relacionados con lo bursátil, es decir, se marca la existencia de un contexto financiero poco estable, que tal vez era un impedimento para las rebajas.
Toda la enumeración se cancelaba, dando lugar a una oportunidad para afrontar el reto que planteaba el sistema financiero:
“Mira qué zapatos me he comprado por 39 euros”
Resulta realmente irónica la enumeración de sujetos como economistas, brokers o analistas de bolsa en un anuncio que busca que el receptor acuda a las rebajas, porque de esa manera puede ahorrar. La ironía acaba por conformarse en el momento en el que se cancela todo eso con el precio de unos zapatos, es como si se dijera que ciertos factores de la enumeración no importan tanto como los zapatos que el receptor, “a ti”, puede comprarse. Esta dialéctica remarca que, después de todo, las cosas no están tan mal y que por qué se debe pensar en toda esa enumeración anterior si alguien se puede permitir esos zapatos
Junto a esta cancelación, el marcador discursivo por fin (referencia cruzada) del final del anuncio marca que antes no se ha podido hacer algo y ahora sí que se puede. Ese esfuerzo es el estímulo para desafiar al contexto económico, convirtiendo la campaña de rebajas en reto y solución.
Respecto al spot de 2015: “te mereces unas rebajas como estas, y lo sabes” cabe destacar que en 2009 se sigue involucrando al receptor de manera directa. Lo que se merece el cliente en 2015 son unas rebajas, ya que había hecho un esfuerzo arduo para llegar hasta donde está. Por tanto, en 2015 “te lo mereces” entraña que alguien se ha ganado unas rebajas sin un contexto económico poco favorable, es decir, se ha desacreditado a brókers, analistas o a expertos en economía.
Para acabar, la relación que vincula los anuncios de ambas empresas en 2009 es el intento de solucionar sin exagerar un problema. Se articulan discursos con el único objetivo de afrontar una reinvención implícita. Se toman las dos el problema como un reto que cabe afrontar: Endesa remite con mucho lirismo que hay que mejorar una situación, porque juntos se va a poder. El Corte Inglés, por su parte, mediante la ironía afirma que nada de lo que pasa importa si hay una buena oferta. Por lo tanto, se articulan narrativas que expresan que, al fin y al cabo, la situación no es tan mala.
El esfuerzo de mejorar las cosas y el triunfo aparente de haberlo conseguido es lo que subyace mediante el juego lingüístico que se propone en la publicidad de estas dos entidades en 2015. Afrontar una dificultad como un reto en 2009 es algo muy positivo que cristaliza en una supuesta victoria por parte de los receptores de los anuncios futuros.
Realmente, decir que se ha superado algo es complicado. Actualmente, no se tiene un anuncio Endesa 2016, pero sí el de las rebajas de El Corte Inglés y la retórica sigue siendo la de la superación de algo que se ha recuperado, “Por fin, ya me tocaba a mí”. Lo que sigue sucediendo es que cada vez más se apuesta por la dominación de las situaciones mediante el lenguaje, sin ir más lejos estas campañas de lo positivo fundamentan que todo ya está hecho, se ha superado y la tormenta ya ha pasado. ¿Qué sucede cuando el lenguaje dice algo y la situación no lo acompaña? Ya se verá, pero el poder del lenguaje para cambiar realidades es indiscutible.
Amparo Alemany Martínez